“El ladrón de los anillos”: huyeron con la caja y las joyas de las clientas en La Plata

Una banda provocó momentos de enorme tensión en un comercio dedicado a la venta de productos de granja

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El efecto sorpresa combinado con una serie de improperios, gritos y un arma de fuego, fueron suficientes para que una banda de ladrones desatara el pánico y bloqueara mentalmente, tanto a comerciantes como a los clientes que, se encontraban presentes ayer, en horas del mediodía, en un comercio dedicado a la comercialización de productos de granja.

Así, en cuestión de segundos, lograron dominar el escenario en el local ubicado en 460 y 197 y cumplir con su cometido: apoderarse de la recaudación y salir indemnes de la situación.

Los individuos, cuya identidad hasta el cierre de esta edición continuaba siendo una incógnita para los investigadores, ingresaron al lugar alrededor de las 12 cuando el movimiento comercial se encontraba en pleno auge.

Se sabe que llegaron al lugar a bordo de una camioneta marca Volkswagen modelo Amarok de color gris que, según las primeras proyecciones, sería robada.

En principio, los damnificados denunciaron que fueron tres sujetos, pero varios testigos aseguran que eran por lo menos cinco los involucrados en esta especie de ataque comando.

En este sentido, la reconstrucción en base a los testimonios recolectados en el lugar apunta a que ingresaron tres, pero la banda pudo haber contado con un equipo de apoyo, por si la situación se podía complicar.

Actuaron rápido y fueron concretos. Mientras ponían de manifiesto a viva voz sus duras advertencias se abocaron a trasladar a clientes y empleados hacia una oficina ubicada en el fondo de un depósito.

“Todos quietos” y “dónde está la plata grande”. Esas fueron las frases que, acompañadas de irreproducibles palabras, sometieron a su voluntad a todas las personas que se encontraban en el lugar.

Las víctimas, mientras eran conducidas a ese habitáculo, no solo debieron cumplir las órdenes impartidas por los ladrones, sino que además debieron entregar sus pertenencias.

Una vez concluida esta fase, tomaron al propietario de la firma y se dirigieron al mostrador. Allí comenzaron a hostigar al hombre para que revelara dónde guardaba su dinero.

Sobrecogido por el miedo, al comerciante no le quedó más alternativa que ceder y dejar que se apoderaran de la totalidad de billetes que había en la caja.

Sin lugar a dudas, comparado con lo que muy probablemente esperaban encontrarse, esta vez la incursión delictiva no fue negocio.

Tuvieron que pasar varios minutos para que los ladrones se convencieran de que el dueño estaba hablando con la verdad, al indicar que no tenía más dinero.

Con mucho esfuerzo, es decir contando hasta los billetes de diez pesos para el cambio, los sujetos lograron reunir la suma de 30 mil. En ese marco, decidieron agrandar el botín con los anillos de las clientas. En total se llevaron 4.

Como se indicó, el ataque se produjo sin preámbulos. Esto, justamente, es lo que llama especialmente la atención del propietario de la firma.

Generalmente los ladrones que atacan comercios suelen hacerse pasar por clientes primero. Esta instancia les permite a los intrusos definir una serie de variables antes de concretar el golpe.

Mediante la observación pueden establecer la cantidad de personas que hay en el local, potenciales vías de escape, ubicación de alarmas y cámaras y el funcionamiento de la caja.

En este sentido caben al menos tres escenarios.

Una de las variantes apunta a la posibilidad del golpe planificado al detalle. Esto abre otros dos caminos. O bien las tareas de inteligencia las llevaron a cabo varios días antes o hubo alguien (un entregador) que les ahorró este trabajo entregando “información concreta”.

La otra posibilidad es que hayan actuado con la improvisación por bandera, saltándose la parte de las tareas de inteligencia. Es decir, saltándose el paso del procedimiento indicado en el “manual del ladrón”.

Hasta tanto se conozcan los resultados de las pericias a los clips registrados por las cámaras de seguridad, tanto del lugar como las de la zona, no se podrá descartar ninguna posibilidad.

Los investigadores confían en que con los datos que surjan de los videos podrán confirmar o descartar alguna de esas teorías.

 

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