Dos buenas señales externas para controlar al dólar

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Luis Varela

eleconomista.com.ar

En otro buen día -el viernes- para el mercado argentino, con ayuda por recuperación del precio de la soja y del valor del real contra el dólar, la plaza cambiaria local mostró al dólar blue, al MEP y al CCL en baja, ajustándose al crawling peg del 2% mensual.

Y los papeles privados brindan por esa foto, por lo que la Bolsa local brincó de nuevo, con gran volumen, y los ADRs argentinos saltaron en bloque hasta 8 por ciento en Nueva York.

Lo único que sigue sin arrancar son las reservas, que no suben tras el impacto por el paro portuario de los aceiteros, y eso mantiene a los bonos sin reacción y al riesgo país en las alturas, fuera del crédito internacional.

En medio de todo este movimiento de variables, los analistas de casi todas partes siguen utilizando el término “volatilidad y sintonía fina” para lo que viene. Cada Gobierno, cada Banco Central irán tomando decisiones a partir de cada dato que vaya mostrando cada economía. En EE.UU., por ejemplo, tras el menor pedido de ayuda por desempleo registrado la semana pasada, ahora la Fed asegura que “no hay prisa para bajar la tasa, hay tiempo para evaluarlo”.

A nivel cambiario local, la potencia exportadora argentina sigue completamente trabada por un paro gremial clave, con los aceiteros paralizando la salida de una venta clave al exterior, sin que la Justicia diga absolutamente nada sobre ese piquete. Así, con el dólar exportador a $1045,06, el BCRA compró apenas US$ 3 millones en el mercado el viernes y al final del día la autoridad monetaria sumó sólo US$ 10 millones a las reservas.

A pesar de eso, con la estrategia de Luis Caputo y Santiago Bausili de comprar dólares al oficial y venderlos en el CCL, los dólares libres cayeron de nuevo y se van poniendo en línea con el crawling peg del 2%, que es lo que manda. Por eso, el dólar blue cayó $20 hasta $1.355, el Senebi cayó $17,17 hasta $1.328,28, el MEP bajó 1$3,87 hasta $1.298,36 y el contado con liquidación bajó $12,19 hasta $1.302,31.

Por lo que la brecha entre oficial y blue bajó al 38% y la del CCL con el mayorista fue del 38%, cuando hace apenas tres semanas superaba un alarmante 60% de diferencia.

Por supuesto, como la exportación está bloqueada, y como el FMI no larga ni un dólar, a pesar de que el Gobierno de Milei está pagándole puntualmente los vencimientos, los DEG no llegan como le entraban con gran puntualidad a Sergio Massa. Y, en consecuencia, con pocos negocios, los bonos argentinos estuvieron mixtos y con eso el riesgo país subió 6 unidades hasta 1.558 puntos básicos, muy lejos de los 800 puntos necesarios como para que el país pueda salir de su estado de iliquidez, y afrontar el 2025 con un crecimiento ciertamente potente.

La estrella del viernes fue el mercado bursátil local, que siempre se adelanta a lo que los bonos irán recogiendo con retardo. En una rueda pletórica de sonrisas, con $64.448 millones operados en acciones y $33.943 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 3,5% medida en pesos (pero 5% medida en dólares).

Y por si quedara alguna duda, los ADR argentinos anotaron una suba en bloque del 2% al 8% para TGS, Edenor, Supervielle, Pampa E, Telecom, YPF, Central Puerto, Francés, Cresud, Galicia, IRSA, Macro y Loma Negra, con una sola baja, del 1,6%, para Bioceres.

La debilidad global del súper dólar permitió que los commodities tuvieran alivio. El petróleo subió 0,9%. Los metales preciosos actuaron sostenidos. Hubo un repunte para los metales básicos. En Chicago hubo un firme repunte para la soja y el trigo, no para el maíz. En Rosario mejoró casi todo, a excepción del maíz que estuvo también débil en el puerto santafesino. Y hubo una suba del 1,3% para el Bitcoin con posiciones más débiles para el resto de las criptomonedas.

Expectativas

Para esta semana, con expectativa de que se determine alguna conciliación obligatoria con los aceiteros, y que se reflote la exportación normalmente para que vuelvan a subir con más fuerza las reservas, con los dólares libres más controlados, el gran tema será el dato de inflación que marque el miércoles el Indec. El IPC del 5,1% que dio CABA para julio generó dudas, siguen muchos especialistas preguntándose si es sostenible el superávit fiscal.

Pero algunos analistas estiman que si el dato del Indec da cerca de 4%, o menos (porque a nivel nacional los costos de los servicios no son tan caros como en Ciudad de Buenos Aires). Y si se destraba el piquete de los aceiteros, podremos tener a un BCRA que vuelva a sumar reservas, lo cual sería muy bueno para los bonos, y obviamente para buenas noticias en cuando al riesgo país que tanto preocupa.

Como aviso prometedor, la agencia S&P nos empieza a sacar del abismo de “stand alone” y confirma notas soberanas de CCC/C para varios papeles argentinos, esto quizás sea un anticipo de lo que viene a nivel nacional.

 

 

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