Cetré jugó un partidazo y fue clave para la victoria que no se olvidará

Estudiantes combinó en el Bosque firme carácter y rasgos de inocultable jerarquía para construir un triunfo merecido que lo depositó en el partido que todos quieren jugar. Lo hizo de nuevo. Ganó el clásico como en Octubre pasado, aunque esta vez se llevó un premio que no sólo tiene que ver con su eficaz rendimiento futbolístico. También con su potente postura institucional.

Apoyado en un fuerte compromiso colectivo, y con un tridente de excelente rendimiento (Edwuin Cetré, Santiago Núñez y Fernando Muslera), el equipo del sobrio Eduardo Domínguez les obsequió a sus hinchas otra actuación como para que se sientan orgullosos.

Sin dejarse intimidar por una atmósfera de impresionante apoyo al dueño de casa, el León jugó con seriedad mayúscula. Aquel León que terminó la fase regular con tres derrotas al hilo (Boca, Tigre y Argentinos Juniors) y mostrando un bajón significativo, en el “mata-mata” sacó a relucir su vieja estirpe ganadora y hoy su autoestima vuelve a gozar de buena salud.

Vestido de negro, fiel a su estilo, el Barba tomó un riesgo importante al poner a Lucas Alario de titular, pero más allá de que tan fuerte apuesta no le salió bien, siempre estuvo a tono con lo que demandaba la exigente prueba.

Resulta paradójico: los sucesivos éxitos del ciclo de Domínguez continúan demorando la decisión final sobre su continuidad o salida del club. Como sigue ganando, el debate no fluye y recién volverá a escena cuando Papa Noel se acerque a los arbolitos de Navidad.

Más allá del gusto o la evaluación de cada uno, lo que supo generar el yerno de Carlos Bianchi quedará perpetrado en la parte más linda de la memoria popular albirroja.

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Estudiantes se adueñó con autoridad del cuarto de hora inicial y hasta Lucas Alario (la carta sorpresiva y polémica que sumó bastante rechazo entre los hinchas) tuvo un par de participaciones criteriosas. El tema fue que su ímpetu ofensivo se fue desvaneciendo y eso permitió que Gimnasia, mejor acomodado en el campo, empezara a manejar más tiempo el balón.

Se fueron al descanso sin hacerse daño porque Medina no estuvo fino para definir luego de una buena corrida por derecha, y porque Muslera (que volvió a demostrar su jerarquía) desvió una pelota envenenada que había salido de un derechazo con roce incluído de Manuel Panaro.

atacó menos, pero su solidez lo fue acercando al premio justo

El segundo tiempo profundizó perfiles decisivos. Muslera atrapó envíos aéreos que “mataron” la expectativa de peligro de Gimnasia y, además, tuvo saques largos de volea impresionantes por su precisión.

Domínguez jugó la carta más fuerte de la previa poniendo a Alario de titular y no le dio resultado

Núñez, típico producto de la cantera albirroja, sedujo en cada intervención por concentración y vehemencia. Un zaguero en tan alto nivel se vuelve indispensable para cualquier equipo con pretensiones de gloria.

Y lo hecho por Cetré rozó la perfección. Lastimó encarando siempre para adelante (Pintado lo sufrió en forma permanente) y ayudó mucho en el retroceso haciendo un desgaste físico tan meritorio como valioso. Hizo el gol en Rosario, sirvió la asistencia en Santiago del Estero y ayer volvió a ser el cómplice ideal para la facturación de Tiago Palacios.

¿a quién le entregará el trofeo del clausura Claudio tapia?

El próximo sábado habrá un nuevo campeón del fútbol argentino y el suspenso merodea el choque de dos equipos con tradición ganadora y roce internacional. Ante el Racing metedor y siempre hambriento de Gustavo Costas se plantará el Estudiantes también intenso y nunca satisfecho en su voraz apetito triunfal.

Será un duelo de bravos; por eso, la expectativa ya trepa muy alto. Observará todo desde el palco de autoridades el presidente de la AFA que cometió con Estudiantes un error que jamás olvidará. “Chiqui” se dejó gobernar por la soberbia, no supo pisar el freno en el vertiginoso abuso de poder y su burdo accionar deparó en una catarata de condena social que, lejos de haber terminado, le sigue deparando fuertes dolores de cabeza.

Pintado sufrió ante Cetré y fue el peor jugador tripero. Su titularidad vuelve a estar muy discutida

¿A quiénes les colgará las medallas de campeones? ¿En qué manos depositará el trofeo que sí tendrá un propietario legítimo? La sola imaginación de esa escena genera morbo y ruido en diferentes ámbitos.

Estudiantes de La Plata es otra vez finalista y da la impresión que su gente está saboreando la conquista con el plus de haber tenido un comportamiento institucional que le trajo más reconocimientos que rechazos.