Magia, destino y felinos parlantes en la nueva novela de Mai Mochizuki

El corazón todavía puede sorprenderse con historias que no prometen cambiar el mundo, pero sí el modo en que lo habitamos

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Hay libros que se leen como quien toma un café caliente en una tarde de otoño: lentamente, con los cinco sentidos. “El café de la luna llena”, de la autora japonesa Mai Mochizuki, es uno de esos textos que no buscan apabullar con grandes giros dramáticos ni estructuras narrativas ambiciosas. Su apuesta es otra: invitar al lector a detenerse, observar el cielo, escuchar los susurros del destino y confiar en la mágica intuición de los gatos. Y sí, cuando uno lo cuenta así, suena extraño. Pero basta con entrar en la primera página para dejarse llevar.

Publicado por Plaza & Janés y con una cuidada traducción de Víctor Illera Kanaya, el libro aterrizó en las librerías argentinas con una edición de 256 páginas que ya se agota en las estanterías. En parte, por el magnetismo del universo propuesto —una cafetería secreta que solo aparece cuando hay luna llena en el cielo de Kioto—, y en parte, por ese halo de espiritualidad pop que tantos lectores vienen buscando desde que lo cotidiano dejó de ofrecer respuestas.

La premisa podría leerse como un cuento infantil si no fuera por la profundidad emocional con la que se traza cada personaje. La cafetería mágica a la que se accede solo si uno ha tenido un gesto amable con cierto gato callejero (determinante pero caprichoso como todo gato) funciona como refugio y oráculo. Allí, entre tazas de café y luces tenues, un felino con dotes astrológicas lee las cartas natales de los visitantes y les revela secretos, direcciones posibles, fragmentos de sentido. Hay algo deliberadamente naíf en la estructura —cinco historias que se cruzan sutilmente, con moralejas suaves— pero también hay sabiduría. Mucha más de la que parece.

En Japón, Mochizuki ya venía cosechando lectores con esta obra que en su versión original se titula Mangetsu Kōhīten no Hoshiyomi (algo así como “La lectura de las estrellas en la cafetería de la luna llena”). En Europa y América Latina, el fenómeno recién empieza, pero tiene todos los ingredientes para crecer: estética japonesa, gatos que hablan, horóscopos, redención emocional y una sensibilidad que no teme rozar lo cursi. Es el tipo de libro que uno le presta a una amiga con el corazón roto, o que se lleva en la valija cuando la ansiedad no permite dormir. No cambia la vida, pero sí la mirada. Y eso no es poco.

Ilustrado por Chihiro Sakurada, el volumen se completa con dibujos etéreos y personajes entrañables, como si cada capítulo fuera un pequeño haiku visual. En un mundo narrativo donde lo realismo brutal arrasa y lo distópico abunda, Mochizuki propone lo contrario: una suerte de realismo mágico suave, urbano y tierno, donde las señales existen y la esperanza se sirve en taza de porcelana.

El café de la luna llena
MAI MOCHIZUKI
Editorial: Plaza & Janes Editores
Páginas: 232
Precio: $29.999
El café de la luna llena
Mai Mochizuki

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