La solución para el Lobo es la salida de Castillo

Durante este mes, Gimnasia tuvo dificultades para el pago de los salarios de empleados, docentes y futbolistas. La razón hay que buscarla en el mercado de pases de verano, cuando no hubo ventas, una situación acorde a las flojas campañas que el equipo mostró en los últimos años y a individualidades que no lograron destacarse por encima de la media del equipo.

Es por eso que el Lobo necesita vender para no tener que remar en aguas turbulentas hasta el final de la gestión Cowen. Y el nombre que asoma como una llave para terminar el año con las cuentas lo más acomodadas posibles es el de Rodrigo Castillo.

Con los ojos de todos puestos en el Mundial de Clubes que jugarán la mayoría de las grandes estrellas, en Europa comienza la actividad del mercado de pases ya que las principales Ligas comenzarán su actividad en agosto próximo. En ese contexto, la intención de la dirigencia tripera es conseguirle -conjuntamente con la representación del jugador- un destino europeo a Rodrigo Castillo.

Hasta el momento no hubo un interés ni una oferta concreta por el delantero surgido de las divisiones juveniles de River y con un paso previo por Unión antes del llamado de Gabriel Perrone para sumarse al Lobo. Talleres viene siguiendo al delantero desde hace bastante tiempo y trascendió un interés de Lanús, pero la idea del Granate es apuntar a un préstamo del delantero, opción descartada de plano por la dirigencia mens sana.

En 2025 Castillo jugó 18 partidos y convitió 5 goles. Con poco, es el goleador del equipo

De todos modos, la Secretaría de Fútbol trabaja conjuntamente con el representante del futbolista para que aparezca alguna oportunidad en Italia o España. El año pasado, Castillo tuvo un sondeo concreto de Cremonese de Italia, pero las consultas no se transformaron en una negociación.

Alavés y Leganés son los clubes españoles donde ha sonado Rodrigo Castillo. Y queda prácticamente un mes más de mercado para que aparezca una oferta que le permita a la dirigencia tener un fin de año tranquilo en la tesorería y -al mismo tiempo- la chance de incorporar otro delantero en su reemplazo.

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Hoy, caída la posibilidad del regreso de Cristian Tarragona, Gimnasia no busca un centrodelantero en el mercado. Situación que, claramente, cambiará si Castillo consigue una transferencia. En lo que va del año, el centrodelantero jugó 18 partidos (16 de Liga y 2 por la Copa Argentina) y convirtió 5 goles. En los últimos siete compromisos -incluido el partido ante Central Córdoba de Rosario, en el que fue suplente- no pudo convertir.

Gimnasia necesita vender en este mercado. Y la realidad es que ya no tiene figuras codiciadas como sucedió con Benjamín Domínguez, Ignacio Miramón o Alan Lescano. Sin productos genuinos de su semillero, los “vendibles” en esta etapa son el mencionado Castillo y el uruguayo Juan de Dios Pintado, futbolistas a los que el Lobo logró potenciar aunque las malas campañas del equipo no les permitieron ser desequilibrantes.

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La Comisión Directiva está ingresando a sus últimos meses de gobierno y tiene muchos frentes abiertos, con realidades (desde lo ecónomico y deportivo) con intereses opuestos. Esta conducción, que hizo una bandera de no endeudarse, no podrá tomar deuda (léase derechos audiovisuales) más allá de su mandato y la llave para destrabar cualquier foco de conflicto en cuanto al pago de haberes de jugadores y empleados es la venta de algún jugador, ya que -además- debe levantar la inhibición de 100 mil dólares que adeuda por el pase de Claudio Spinelli, sitaución que hoy le impide incorporar jugadores en el presente receso, aunque la llegada de Maximiliano Zalazar (desde Boca) y el interés por Cristian Barrios (América de Cali) y Fernando Juárez (Platense) marca a las claras que la situación se solucionará a la brevedad.

Si se vende a Castillo, el Lobo no puede descuidar la realidad deportiva en un segundo semestre complejo. ¿Quién aportará los goles? Por ahora, el nombre de Lucas Pratto no aparece en agendas.