“La vida de Chuck”: el hombre contiene multitudes

Stephen King vuelve al cine, aunque con una película distinta: lejos del terror, entrega un drama cálido sobre la vida de un tipo corriente frente al colapso mundial

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Stephen King es el maestro del terror literario. Y es también uno de los autores con más adaptaciones en cine, desde ”Carrie” a “It”. Sus obras de ficción han servido de base para unas 50 películas. Ahora, sin embargo, llega a la pantalla con una adaptación de una obra distinta: ”La vida de Chuck”, uno de los estrenos de esta semana, el drama personal de Charles Kranz, que ve cómo su vida adquiere un significado inesperado cuando el mundo comienza a colapsar.

“La vida de Chuck” es adaptación de Mike Flanagan, que trabajó con obras de King en “Doctor Sleep” y “Gerald’s Game”, y está en pleno proceso de creación de una serie de “Carrie” para Amazon. En la película hay varias tramas independientes, pero el tono apocalíptico de la apertura marca la pauta. Internet, como un boxeador aturdido, se tambalea en sus últimas antes de caer. Se dice que California se está desprendiendo del continente “como un papel pintado viejo”.

Y, sin embargo, en esta historia apocalíptica, King se muestra más sincero que nunca. “La vida de Chuck”, tanto el libro como la película, trata sobre lo que importa en la vida cuando todo lo demás se ha perdido. Hay baile, Walt Whitman y alegría.

 

Mucha gente da por sentado, debido a que escribe tantas cosas que dan miedo, que se olvida de que la razón por la que su terror funciona tan bien es que siempre lo yuxtapone con la luz, el amor y la empatía”

Mike Flanagan,
director de “La vida de Chuck”

 

“En ‘La vida de Chuck’, entendemos que la vida de este tipo se ve truncada, pero eso no significa que no experimente alegría”, dice King. “El miedo existencial, el dolor y otras cosas forman parte de la experiencia humana, pero también lo hace la alegría”.

KING HUMANISTA

Es revelador que cuando King, nuestro destacado proveedor de terror, escribe sobre tiempos apocalípticos, acaba reduciéndolos a una sola vida. Aunque la oscuridad y la fatalidad han marcado su obra, y probablemente siempre lo harán, King, un escritor más juguetón, instintivo y que trasciende los géneros de lo que a menudo se le reconoce, “La vida de Chuck” es un excelente ejemplo del King humanista.

“Mucha gente da por sentado, debido a que escribe tantas cosas que dan miedo, que se olvida de que la razón por la que su terror funciona tan bien es que siempre lo yuxtapone con la luz, el amor y la empatía”, afirma Flanagan.

“Se olvida que ‘It’ no trata sobre el payaso, sino sobre los niños y su amistad”, añade Flanagan. “‘Apocalipsis’ no trata sobre el virus o el demonio que se apodera del mundo, sino sobre gente corriente que tiene que unirse y enfrentarse a una fuerza que no puede derrotar”.

King, de 77 años, ha escrito alrededor de 80 libros, incluido el recién publicado “Never Flinch”. “Siempre me gusta escribir. Por eso lo hago tanto”, dice King, riendo. “Soy un tipo muy alegre porque me deshago de todas esas cosas oscuras en los libros”.

Los elementos oscuros, como dice King, no han sido difíciles de encontrar últimamente. El tipo de desastre climático que se encuentra en “La vida de Chuck”, dice King, a menudo domina sus inquietudes.

“Poco a poco nos estamos convirtiendo en el único país que no reconoce que el carbono en la atmósfera es un problema real”, dice King. “Es una locura. Ciertos políticos de derecha pueden hablar todo lo que quieran sobre cómo estamos salvando el mundo para nuestros nietos. A ellos no les importa eso. Les importa el dinero”.

 

En ‘La vida de Chuck’, entendemos que la vida de este tipo se ve truncada, pero eso no significa que no experimente alegría. El miedo existencial, el dolor y otras cosas forman parte de la experiencia humana, pero también lo hace la alegría”

Stephen King,
autor de “La vida de Chuck”

 

En las redes sociales, King ha criticado en ocasiones al presidente Donald Trump, cuyo segundo mandato ha incluido batallas con las artes, el mundo académico y la financiación pública de PBS y NPR. King predice que, durante los próximos cuatro años, “la cultura pasará a la clandestinidad”.

EL ORIGEN

Pero la idea original de “La vida de Chuck” no tenía nada que ver con la actualidad. Un día, en Boston, King se fijó en un baterista que tocaba en la calle Boylston. Tuvo la visión de un hombre de negocios trajeado que, al pasar por allí, no podía resistirse a bailar con abandono al ritmo del baterista.

King, que se reconoce a sí mismo como bailarín (aunque solo en privado, según señala), se aferró a una historia que giraría en torno a la naturaleza impredecible de las personas, rastreando la vida interior de ese transeúnte imaginario.

Es una ironía divertida, pero quizá no casual, que muchas de las mejores adaptaciones de King, como “Stand By Me” y “Sueños de libertad”, provengan de los relatos más cálidos del autor. “La vida de Chuck” sigue un espíritu similar. “King ve esta película como algo un poco precioso”, dice Flanagan. “Me ha dicho algunas cosas en el pasado sobre lo sincera que es, sobre cómo es una historia sin una pizca de cinismo. Al estrenarse en un mundo cínico, creo que se sintió protector con ella. Creo que esta película realmente significa algo para él”.

 

La vida de Chuck
Stephen King

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