“Salta y la luz”

Edición Impresa

Javier Altamirano, La Cumbre

Acuse al miedo / Aquella vez en salta morí de miedo / Y lo lleve como un estigma sobre toda la vida.

Los changos rodeaban la escalera. / Descalzos. / Y se inmolaban contra el agua que caía desde las cataratas / despacio fui sintiendo los pasos contra la vereda / Que crujía de miedo contra mi cuerpo.

Descalzo. / Me arrastraba con él en mi vientre y quería vivir como ellos.

Disfrutar del sueño de las rocas pegadas en el fondo del río.

Tocarlas y salir despedido hacia la superficie, / despertarme y sentirme fuego.

En la cúspide de aquel palmo de piedras, / me hundí para siempre en el silencio, / en la cruz no desvelada de mis pensamientos.

Hoy ruedo tras el estigma mágico de aquel sitio, / Y recuerdo tras la ilusión / la vida de prejuicios.

Quedarán en el pasado, cuando vierta mi luz / contra el ánima de aquel río oculto.

Aquellos changos / se batian contra la pureza de sus cuerpos.

Quisiera volver a encontrarlos y disfrutar como nunca / el devenir de los veranos / cubiertos de figuras olvidadas / y que se junten nuestras vidas en el silencio / hermoso de las aguas profundas.

 

correo de lectores

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE