La política se pone otra vez a bailar con Tinelli

TINELLI JUNTO A INSURRALDE Y JESICA CIRIO EN LA NOCHE DE LOS LLAMADOS A OLIVOS

¿Estaba preparado o fue pura improvisación? No se sabe. Pero la idea de Tinelli de llamar por teléfono a la Presidenta, al Gobernador, al jefe de Gobierno porteño y al líder del Frente Renovador para invitarlos al casamiento de Jesica Cirio y Martín Insaurralde -que estaban al lado suyo-, fue ayer el tema obligado en todas las mesas políticas.

Insaurralde fue actor del programa de Tinelli en momentos en que analiza una mudanza rutilante desde el kirchnerismo al massismo (ver pág. 10). Por eso se les prestó especial atención a los diálogos que tuvo con Scioli y con Massa cuando Tinelli los llamó al aire. En ese sentido, tanto Insaurralde como su novia, que estaba vestida de monja para bailar en el concurso, se mostraron tan simpáticos con uno como con otro.

Tinelli parecía regocijarse con la ocurrencia. Mostró que los tres presidenciables mejor posicionados -Scioli, Macri y Massa- le atienden el teléfono sin rodeos. Y generó una singular expectativa cuando intentó que lo atendiera también la Presidenta en dos llamados que hizo al aire a la quinta de Olivos. Como lo hicieron esperar largo rato, se creó un clima de suspenso que, aparentemente, le dio buenos dividendos a Tinelli en las mediciones del rating.

EL DIA DESPUES

Los operadores y analistas políticos analizaban ayer cómo había estado cada uno de los candidatos y qué les había sumado o restado la aparición telefónica en lo de Tinelli, aparentemente improvisada y espontánea.

Macri enfrentó críticas por haber sugerido -en un diálogo picaresco con Tinelli- una relación entre Soledad Silveyra (jurado del Bailando) y el fiscal Campagnoli. En el programa provocó risas y bromas, pero ayer varios columnistas políticos lo cuestionaron por haber asumido un rol más parecido al de un panelista de “Intrusos” que al de un candidato presidencial.

Massa estuvo audaz en las alusiones a los desacuerdos entre Tinelli y Capitanich por aquel asunto de Fútbol para Todos. Utilizó una metáfora fuerte, al punto de que ayer también se discutía si había acertado o no con el tono más adecuado.

En ámbitos del sciolismo mostraban satisfacción con la participación del Gobernador. “Se mostró como es él: conciliador, afectuoso, diplomático...”, decía ayer un hombre de la Gobernación.

Scioli había tomado unas horas antes un café con Insaurralde en el que el diputado habría blanqueado sus conversaciones y contactos con otros sectores. Por eso era un día especial para ese improvisado cruce televisivo. Pero los dos lo sortearon con evasivas y cordialidad.

Tinelli apostó fuerte a que Cristina lo atendiera. Y la decisión de la Presidenta de no hacerlo también fue tema de debate y especulaciones ayer en las mesas políticas.

¿Hubiera hecho bien en atenderlo? Aunque se trata de un tema poco académico, podría decirse que “la biblioteca está dividida”. Son muchos los que creen que la Presidenta hizo bien en no atender el llamado porque hacerlo la hubiera expuesto excesivamente en un contexto poco propicio.

Otros sostienen que haberlo atendido la hubiera mostrado en una actitud más dialoguista y llana, que podría haber favorecido su imagen.

Difícil saber cómo hubiera sido y qué impacto habría tenido en la opinión pública. Algunos recordaban que Néstor Kirchner apareció por teléfono en lo de Tinelli pero en un contexto diferente y con pautas más ajustadas. Aquí, si todo era efectivamente improvisación, hubiera significado salir a escena “sin red”.

Lo cierto es que otra vez la política bailó en lo de Tinelli. Si hubo un ganador, en la noche del lunes fue el propio conductor. Volvió a sacar puntos de rating de la galera.