Mannarino está harto de ser asaltado en su local

Al ex jugador de Gimnasia ya le robaron 7 veces. Tiene una carnicería en 9 y 70

"Estoy cansado. En seis meses me robaron 7 veces y nunca atraparon a nadie. ¿Sabés qué es lo más triste? Que el jueves, cuando me asaltaron, llamé a la Policía y no vino ni un patrullero. Todavía lo estoy esperando", dice indignado Rolando Mannarino (35), dueño de una carnicería que está en la esquina de 9 y 70 y que, según denunció, se ha convertido en blanco permanente de los delincuentes.
"Calculo que ya me sacaron como 2 mil pesos. Tengo la sensación de que estoy trabajando para los ladrones. Y así no se puede seguir", agregó el propietario de la carnicería y ex jugador de Gimnasia, entre los años '84 y '92. Mannarino está convencido de que alguien tiene que poner freno a la ola de ataques y reclama una mayor presencia policial en el barrio. "Acá son las ocho de la noche y no ves pasar en todo el día a un patrullero", aseguró.
El comerciante repite de memoria, como si estuviera diciendo una tabla de multiplicar, los días y meses que fue "visitado" por delincuentes. Y además, afirma que todos los casos fueron denunciados y que la policía nunca consiguió pistas firmes sobre los ladrones ni el dinero robado.

SEGUIDILLA DE ROBOS
El carnicero no oculta su fastidio por la seguidilla de asaltos que sufrió su negocio. Y motivos no parecen faltarle. El último golpe ocurrió el jueves pasado. Eran cerca de las ocho y media de la noche cuando el comerciante estaba bajando las persianas y llegó una clienta que le pidió por favor que la atendiera.
El dueño de la carnicería tardó muy poco en permitirle el acceso a la mujer y pasar del otro lado del mostrador para escuchar su pedido. "Todavía no había terminado de sacar la carne de la heladera cuando apareció un chico que tendría unos 28 años", calculó el comerciante. En ese momento, nadie esperaba que apareciera otra persona. Y entonces Mannarino tuvo un pálpito. "Cuando lo vi entrar ya sabía que me iba a asaltar", contó a este diario el carnicero. Y no se equivocó.
Según recordó, el muchacho, que tenía el pelo corto y una mirada esquiva, se paró atrás de la clienta sin decir una palabra. Y después esperó el momento justo para dar el golpe. "Fue un segundo. Le di la espalda y cuando volví a mirarlo le estaba apuntando a la mujer a la cabeza. Y después pasó lo de siempre", sintetizó.
Bajo amenazas, el delincuente le ordenó al carnicero que le entregara el dinero correspondiente a la recaudación. "La señora se puso a llorar y me pedía disculpas a cada rato, porque se sentía culpable de la situación. Y yo no sabía cómo calmarla para que el ladrón no se pusiera nervioso", indicó Mannarino.
Antes de darse a la fuga y apoderarse también de la billetera de la clienta, el autor del ataque les ordenó a sus víctimas que se tiraran al piso y volvió a amenazarlas para que no lo siguieran. Según contó Mannarino a este diario, el asaltante se llevó cerca de 100 pesos y patacones y escapó en una moto que había dejado estacionada a metros de la carnicería.
"Llamamos enseguida a la policía. Les contamos todo lo que había pasado, por dónde se había ido el tipo. Y nos dijeron que enseguida mandaban un patrullero. ¿Vos lo viste?", ironizó el carnicero y ya no quiso hablar más del tema.

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