Aldo Rico, de golpista a hombre de la política
| 15 de Abril de 2007 | 00:00

La extraña carrera pública del ex carapintada Aldo Rico mostró en estas dos décadas diversas mutaciones: pasó de ser combatiente en Malvinas, a militar rebelado contra la democracia y posteriormente un político que alcanzó cargos ejecutivos sin dejar nunca de lado un perfil polémico y confrontativo.
A 20 años de su aparición por la fuerza en la política argentina, encabezando el levantamiento militar de Semana Santa de 1987, Rico está retirado por un tiempo de la actividad, aunque mantiene esperanzas de un pronto retorno a la escena nacional.
Tras perder en las elecciones a gobernador bonaerense en 2003, Rico dejó de estar en el primer plano de la política nacional y ahora inclusive enfrenta investigaciones judiciales sobre supuestas participaciones en casos de desaparición de personas durante la última dictadura.
Luego de cumplir una condena -breve- por los levantamientos militares de Semana Santa y de Monte Caseros, en enero de 1988, Rico fundó el MODIN, un partido que se construyó con la mayoría de los ex militares que lo acompañaron en aquellas asonadas.
De allí saltó al Congreso Nacional, donde fue diputado, y comenzó a acercar su partido -que tenía una importante cantidad de bancas en la Legislatura bonaerense a partir de 1991- a las decisiones de los mandatarios de esos tiempos.
Con la ambición de llegar a la Presidencia por vía del voto popular, Rico participó en las elecciones de 1995 y 1999, mientras además se convirtió en el intendente del partido bonaerense de San Miguel durante dos períodos.
Durante la gestión como gobernador bonaerense de Carlos Ruckauf llegó al cargo de ministro de Seguridad por un espacio muy corto, ya que debió renunciar presionado por denuncias en su contra.
La crisis de fines de 2001 en la Argentina lo unió al proyecto personal del ex gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá, a quien acompañó en su aventura en las elecciones presidenciales de 2003 y luego encabezó la lista a gobernador por la provincia de Buenos Aires de esa misma fuerza.
Siempre se definió como "peronista", y de hecho ha tenido muchos amigos de esa fuerza identificados con el sentido "nacionalista" que siempre impulsó al ex comando en la Guerra de Malvinas.
En su vida personal, dejó a su mujer de toda la vida para casarse con una asistente personal, 15 años menor.
Una de sus hijas, María del Carmen Rico, es desde hace dos períodos diputada nacional por el PJ, primero una duhaldista a ultranza y hoy una integrante más de las filas kirchneristas.
Sobre la condena que sufrió por el levantamiento de Semana Santa, Rico siempre sostuvo que ese hecho fue una "sublevación" y consideró que fue condenado por ese hecho y no por haber protagonizado un "motín".
A 20 años de su aparición por la fuerza en la política argentina, encabezando el levantamiento militar de Semana Santa de 1987, Rico está retirado por un tiempo de la actividad, aunque mantiene esperanzas de un pronto retorno a la escena nacional.
Tras perder en las elecciones a gobernador bonaerense en 2003, Rico dejó de estar en el primer plano de la política nacional y ahora inclusive enfrenta investigaciones judiciales sobre supuestas participaciones en casos de desaparición de personas durante la última dictadura.
Luego de cumplir una condena -breve- por los levantamientos militares de Semana Santa y de Monte Caseros, en enero de 1988, Rico fundó el MODIN, un partido que se construyó con la mayoría de los ex militares que lo acompañaron en aquellas asonadas.
De allí saltó al Congreso Nacional, donde fue diputado, y comenzó a acercar su partido -que tenía una importante cantidad de bancas en la Legislatura bonaerense a partir de 1991- a las decisiones de los mandatarios de esos tiempos.
Con la ambición de llegar a la Presidencia por vía del voto popular, Rico participó en las elecciones de 1995 y 1999, mientras además se convirtió en el intendente del partido bonaerense de San Miguel durante dos períodos.
Durante la gestión como gobernador bonaerense de Carlos Ruckauf llegó al cargo de ministro de Seguridad por un espacio muy corto, ya que debió renunciar presionado por denuncias en su contra.
La crisis de fines de 2001 en la Argentina lo unió al proyecto personal del ex gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá, a quien acompañó en su aventura en las elecciones presidenciales de 2003 y luego encabezó la lista a gobernador por la provincia de Buenos Aires de esa misma fuerza.
Siempre se definió como "peronista", y de hecho ha tenido muchos amigos de esa fuerza identificados con el sentido "nacionalista" que siempre impulsó al ex comando en la Guerra de Malvinas.
En su vida personal, dejó a su mujer de toda la vida para casarse con una asistente personal, 15 años menor.
Una de sus hijas, María del Carmen Rico, es desde hace dos períodos diputada nacional por el PJ, primero una duhaldista a ultranza y hoy una integrante más de las filas kirchneristas.
Sobre la condena que sufrió por el levantamiento de Semana Santa, Rico siempre sostuvo que ese hecho fue una "sublevación" y consideró que fue condenado por ese hecho y no por haber protagonizado un "motín".
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