Aventuras en la prehistoria

Se estrena "10.000 A.C.", una superproducción de Roland Emmerich

Con más ánimo de entretener que de ser una reproducción histórica correcta, este jueves se estrena la película "10.000 A.C.", la aventura de un héroe solitario que debe enfrentarse a lo desconocido para salvar a su amor.

La trama del filme se desarrolla, justamente, diez mil años antes de Cristo, en donde un joven guerrero de una tribu cazadora de mamuts -D'Leh (Steven Strait)- pierde a Evolet (Camilla Belle), quien fue raptada de su campamento por un misterioso grupo de extraños. El protagonista inicia así un largo periplo que lo llevará lejos de su hogar y que le hará ver que hay más hombres sobre la Tierra de los que él cree.

En su aventura conocerá a una tribu de agricultores, que son sedentarios y poseen otro estilo de vida, y al Antiguo Egipto, con sus pirámides en pleno desarrollo. Así "10.000 A. C." muestra las diferentes etapas de la sociedad humana a lo largo de la historia: de cazadores a agricultores, hasta llegar a las grandes civilizaciones de Egipto.

Si bien el trasfondo de la cinta es una búsqueda por amor, el director Roland Emmerich se las ingenia para, fiel a su estilo, presentar complejas escenas de acción que le quitarán el aliento a más de un espectador.

CON IMAGINACION

En diálogo con la prensa argentina en diciembre del año pasado, cuando llegó al país para presentar algunas escenas del filme, reconoció que no le importaba la solidez histórica de una historia que mezcla a las pirámides con los mamuts: "Yo no quería que esta película fuese una lección de historia, pero tampoco es un documental. Es una película sobre miles y miles de años de desarrollo humano empaquetados en cien minutos de entretenimiento".

Sin grandes nombres en su reparto, el filme se centra más en las imágenes que en los protagonistas: "No quise tener a grandes estrellas en la película y el estudio se mostró complacido con mi decisión. Además, me permitió elegir intérpretes de todas partes del mundo".

UN VIAJE HACIA EL PASADO

Considerado uno de los diez mejores directores de cine de gran presupuesto en Hollywood, Roland Emmerich, director de "Godzilla", "El día después de la mañana" y "Día de la Independencia", dejó esta vez de lado a los alienígenas y las grandes catástrofes para centrarse en la historia de un hombre que debe recorrer el mundo para salvar a su amada en los albores de la humanidad.

"Me gustan las historias en donde un hombre común se convierte en héroe -declaró Emmerich cuando dialogó con la prensa en una visita relámpago a Buenos Aires en diciembre pasado-. Hay muchas películas de superhéroes, pero no son las que me interesan. Me gusta que alguien común deba hacer cosas extraordinarias debido a circunstancias especiales o inusitadas".

"El héroe de mi película es un hombre que no divide, sino que une. Yo creo que tanto hace diez mil años como en la actualidad, siempre necesitamos héroes que unan, no que separen", agregó.

"10.000 A.C." llevó más de dos años de producción y filmación, con escenas realizada en locaciones de distintos países, como Nueva Zelanda, Sudáfrica y Namibia. Sin embargo, la idea original rondaba la cabeza del director desde hace una década: "Tuve que esperar el momento oportuno y, sobre todo, que la tecnología que necesitábamos estuviese disponible".

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