Ensenada celebra sus 207 años de vida
Tiene una rica historia que se remonta al virreinato
| 5 de Mayo de 2008 | 00:00
Ensenada celebrará hoy los 207 años de fundación. Se forjó en los años del virreinato. En 1520 la nave Trinidad de la escuadra de Magallanes se interna en el Río de La Plata hacia el sureste y descubre la caleta de Ensenada. Desde entonces, cuando los primeros gobernantes anticipaban la importancia que tendría la región en la economía, Ensenada se convirtió en sede de varias de las industrias más prósperas de la Argentina. Desde los años del virreinato, hombres como Zabala, Loreto, Arredondo y luego de la Independencia, Manuel Belgrano, Mariano Moreno, Alvarez Thomas, Pueyrredón, Rivadavia, Las Heras, Alberti y Pellegrini hablaron de sus excelencias y la reconocieron como el mejor puerto del Río La Plata.
En 1580 Juan de Garay distribuye las tierras para chacras y estancias en los alrededores de Buenos Aires y entre ellas, asigna las del "Valle de Santa Ana" (más tarde Magdalena) donde hoy se asientan Magdalena y Ensenada. Medio siglo después Bartolomé López que fue alferez Real del Cabildo de Buenos Aires, vende parte de las tierras que le concedió en 1816 el gobernador Hernandarias de Saavedra.
RECONOCIMIENTO FORMAL
El comprador era Antonio Gutiérrez, hijo del alcalde de Buenos Aires e inicia el reinado de su familia en la zona que se prolongaría por más de un siglo. El primer Barragán coloniza el lugar y establece una estancia que conservarán sus descendientes y que imprime el nombre de la Ensenada. Desde entonces, los vecinos llamarán al lugar Estancia de Barragán y los marinos que recalaron en sus costas, Ensenada de Barragán. El primer reconocimiento formal de la zona lo realizó, en 1717, el práctico Juan Antonio Guerrero cuando entra con su bloque al abrigo de la Ensenada, surcando los canales Santiago y El Zanjón.
Tres años después el gobernador Bruno Mauricio Zabala da cuenta a su rey y canta las primeras loas a la bondad portuaria de la zona. En 1768 el Cura párroco de Magdalena, Vicente Chamorro hace construir una nueva capilla en reemplazo de la anterior a lo que denomina Capilla de Lara sobre la base de la donación del terreno por Tomasa M. López Osornio, quien además lega un misal.
En 1799, Agustín Wright funda el primer saladero en Sudamérica, al que seguirán en épocas posteriores la Staples, Berisso y Cambaceres. En 1801 -su fecha de fundación según la deducción hecha por el historiador y ciudadano ilustre Carlos Asnaghi, es el 5 de mayo adquirirá condición de ciudad con Cabildo propio a pedido de la Real Audiencia y de comerciantes de la capital, sobre planos del ingeniero Cerviño y durante la gestión del Marquez de Aviles -su fundador- como virrey del Río de La Plata.
EL DIQUE
Al fundarse en las lomas la nueva ciudad de La Plata su inspirador Dardo Rocha concibió la necesidad de abrir nuevas puertas a la tierra. Para ello hizo excavar un dique perpendicular al antiguo trazado natural mediante una epopeya que se prolongó a lo largo de siete años. El primer tramo resultó accesible, puesto que consistió en disciplinar, mediante precarias dragas el curso de un arroyo naturalmente abierto. Luego se planteó un verdadero desafió, pues fue menester efectuar a pico y pala la remoción de millares de metros cúbicos de tierra y con ellos, transportados en carretillas manuales, remontar empinados taluds, hasta los bordes del dock. Como fruto de esta gesta quedaron los barrios Campamento y El Dique.
Producida por la Revolución de Mayo, la primera junta le brinda su apoyo, basada en la calidad de su puerto pero los intereses comerciales puerteriles hacen fracasar el noble intento. En 1822 Bernardino Rivadavia envió al ingeniero hidráulico Santiago Bevans a levantar un plano del pueblo y de su puerto. El informe fue categórico: "Ensenada es el verdadero puerto de la provincia." Geográficamente, la zona presentaba muchas ventajas porque estaba resguardada de temporales y permitía a los buques operar con gran seguridad, sin riesgos de avería y pérdidas de cargas, cosas que no ocurría en la rada de Buenos Aires.
En 1580 Juan de Garay distribuye las tierras para chacras y estancias en los alrededores de Buenos Aires y entre ellas, asigna las del "Valle de Santa Ana" (más tarde Magdalena) donde hoy se asientan Magdalena y Ensenada. Medio siglo después Bartolomé López que fue alferez Real del Cabildo de Buenos Aires, vende parte de las tierras que le concedió en 1816 el gobernador Hernandarias de Saavedra.
RECONOCIMIENTO FORMAL
El comprador era Antonio Gutiérrez, hijo del alcalde de Buenos Aires e inicia el reinado de su familia en la zona que se prolongaría por más de un siglo. El primer Barragán coloniza el lugar y establece una estancia que conservarán sus descendientes y que imprime el nombre de la Ensenada. Desde entonces, los vecinos llamarán al lugar Estancia de Barragán y los marinos que recalaron en sus costas, Ensenada de Barragán. El primer reconocimiento formal de la zona lo realizó, en 1717, el práctico Juan Antonio Guerrero cuando entra con su bloque al abrigo de la Ensenada, surcando los canales Santiago y El Zanjón.
Tres años después el gobernador Bruno Mauricio Zabala da cuenta a su rey y canta las primeras loas a la bondad portuaria de la zona. En 1768 el Cura párroco de Magdalena, Vicente Chamorro hace construir una nueva capilla en reemplazo de la anterior a lo que denomina Capilla de Lara sobre la base de la donación del terreno por Tomasa M. López Osornio, quien además lega un misal.
En 1799, Agustín Wright funda el primer saladero en Sudamérica, al que seguirán en épocas posteriores la Staples, Berisso y Cambaceres. En 1801 -su fecha de fundación según la deducción hecha por el historiador y ciudadano ilustre Carlos Asnaghi, es el 5 de mayo adquirirá condición de ciudad con Cabildo propio a pedido de la Real Audiencia y de comerciantes de la capital, sobre planos del ingeniero Cerviño y durante la gestión del Marquez de Aviles -su fundador- como virrey del Río de La Plata.
EL DIQUE
Al fundarse en las lomas la nueva ciudad de La Plata su inspirador Dardo Rocha concibió la necesidad de abrir nuevas puertas a la tierra. Para ello hizo excavar un dique perpendicular al antiguo trazado natural mediante una epopeya que se prolongó a lo largo de siete años. El primer tramo resultó accesible, puesto que consistió en disciplinar, mediante precarias dragas el curso de un arroyo naturalmente abierto. Luego se planteó un verdadero desafió, pues fue menester efectuar a pico y pala la remoción de millares de metros cúbicos de tierra y con ellos, transportados en carretillas manuales, remontar empinados taluds, hasta los bordes del dock. Como fruto de esta gesta quedaron los barrios Campamento y El Dique.
Producida por la Revolución de Mayo, la primera junta le brinda su apoyo, basada en la calidad de su puerto pero los intereses comerciales puerteriles hacen fracasar el noble intento. En 1822 Bernardino Rivadavia envió al ingeniero hidráulico Santiago Bevans a levantar un plano del pueblo y de su puerto. El informe fue categórico: "Ensenada es el verdadero puerto de la provincia." Geográficamente, la zona presentaba muchas ventajas porque estaba resguardada de temporales y permitía a los buques operar con gran seguridad, sin riesgos de avería y pérdidas de cargas, cosas que no ocurría en la rada de Buenos Aires.
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