Conservadores ganan Galicia y nacionalistas el País Vasco

MADRID.- El conservador Partido Popular (PP) recuperará el gobierno regional de Galicia (noroeste) tras las elecciones de ayer, de acuerdo a los resultados oficiales, según los cuales la formación más votada en el País Vasco (norte) es el Partido Nacionalista Vasco (PNV).

Según resultados oficiales parciales difundidos por el gobierno regional vasco con el 99% de los votos escrutados, el PNV logró 30 escaños en el parlamento regional, compuesto por 75 diputados, es decir, no obtendrá la mayoría absoluta de 38 escaños. Le siguió el Partido Socialista de Euskadi (PSE), con 24 escaños, y el conservador Partido Popular (PP), con 13 escaños.

Pero la formación del nuevo gobierno del País Vasco, cuyo presidente lo eligen por mayoría absoluta los parlamentarios, aún no esta clara (ver aparte).

Mientras tanto, en Galicia, el PP volvió a recuperar el gobierno regional cuatro años después de ser desalojado por la alianza que formaron el Partido Socialista de Galicia (PSdeG) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG).

Con el total de los votos escrutados, los conservadores, que encabeza Alberto Núñez Feijóo, obtuvieron 39 escaños, uno más de la mayoría absoluta fijada en 38 diputados de los 75 que tiene el parlamento regional gallego.

El PP ganaría de esta manera dos diputados (actualmente tiene 37), mientras que el Partidos Socialista de Galicia (PSdeG) logró 24, uno menos de los que tiene ahora, al igual que su socio en el gobierno bipartito, el Bloque Nacionalista Galego (BNG), que pasaría de 13 a 12 diputados.

A pesar de que aún habrá que esperar al recuento del voto emigrante, principalmente a Latinoamérica y de Argentina en especial, que supone el 12% de los 2,6 millones de personas que forman el censo electoral, el recuento actual da una mayoría suficiente a Alberto Núñez Feijóo para gobernar en solitario desbancando al actual presidente regional, el socialista Emilio Pérez Touriño.

Los conservadores se han impuesto incluso con una elevada participación, del 71% frente al 64% de votantes de hace cuatro años, que, según los analistas, debería haber favorecido a la alianza gobernante.