Crimen del profesor: "No hay más ladrones en la calle, sino asesinos"

La esposa del personal trainer asesinado dijo que le "arruinaron la vida" y pidió justicia. Buscan a los victimarios en alguna villa porteña


La esposa de Hernán Landolina, el profesor de gimnasia asesinado el martes último en Lomas del Mirador, aseguró ayer que el que mató a su marido "no fue un ladrón, fue un asesino" y dijo que le "arruinaron la vida".

"Esto fue un asesinato. No hay más ladrones en la calle, sino asesinos, porque lo mataron en un segundo, no se resistió, no se quejó, no gritó, no hizo nada", dijo Ana, la esposa del hombre, tras la inhumación de los restos de su marido en el Cementerio de Flores.

La mujer dijo que los delincuentes le "arruinaron la vida", pero dijo que a sus hijos "no se la van a arruinar. Esto le tiene que servir a la sociedad para que se den cuenta que no tiene que pasar más".

"Hay que salir a las calles porque es evidente que los políticos no saben lo que hacer, pero hay que tener cuidado, porque en un segundo te matan", agregó. En tanto, la Policía aún buscaba anoche a los asesinos, quienes podrían estar en alguna villa porteña.

La sospecha se fundamenta en que la camioneta Ford Eco Sport de la víctima apareció horas después del homicidio en un playón de estacionamiento de los edificios del barrio Cardenal Samoré, de Villa Lugano.

EL CRIMEN

El crimen de Landolina se produjo el martes pasado, cerca de las 22.00, en la puerta de su casa en Irala 2460, de Lomas del Mirador, cuando acababa de llegar y se aprestaba a bajar unos bolsos del asiento trasero de su camioneta.

En ese momento, dos hombres lo amenazaron con armas con intenciones de robo y, por causas que aún se desconocen, le dispararon un balazo. Landolina cayó al piso y los delincuentes lo atropellaron con la Ford que estaban robando, según relataron los familiares.

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