Carlos Alberto Rolla

La pasión por la familia y los amigos marcaron cada momento de la vida de Carlos Alberto Rolla. Además de haberse entregado a ellos de manera afectuosa y solidaria, tuvo una conducta ejemplar sostenida por el trabajo y la responsabilidad; por eso su fallecimiento es una pérdida que enluta a distintos ámbitos de la Ciudad que tuvieron la posibilidad de conocerlo.

Fue el único hijo del matrimonio conformado por Elsa Ortiz y Alberto Rolla, había nacido el 4 mayo de 1947 en La Plata. Creció en un ambiente de gran compañerismo con sus primos Nora, Pochi y Carlos, a los que quiso como hermanos. Cursó la primaria en la Escuela Anexa; la secundaria en el colegio San Vicente de Paul y luego ingresó a la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata, pero no completó la carrera.

En su juventud realizó algunos deportes y se declaraba un hincha fanático de Estudiantes, club al que con su madre iba a ver cada vez que podía.

Trabajó durante algunos años en el área administrativa de una agencia de automóviles, también se desempeñó en la empresa Venturino Hermanos y pasó sus últimos 36 años como responsable de la agencia de seguros COPAN, ubicada en Los Hornos.

A los 18 años conoció a Graciela Bassi y el amor que los unió se consolidó en una relación marcada por el diálogo y el compañerismo. Cumplieron el proyecto de formar una familia el 29 de enero 1972, fecha en la que se casaron; la felicidad aumentó con los nacimientos de Mariana, Nicolás y Federico. Estaba a punto de convertirse en abuelo de su primera nieta, noticia que había recibido con una gran emoción.

En su tiempo libre le gustaba reunirse con la familia y organizar encuentros con los amigos, ya sea los que mantenía de su época como estudiante secundario o los que cosechó a lo largo de su vida laboral. Mantuvo con todos ellos una gran lealtad y fue incondicional para acompañarlos ante los momentos de adversidad.

Le gustaba ver las carreras de auto y salir a manejar hacia distintos lugares turísticos o hacia donde lo llevara el camino.

Hizo tributo a las cosas simples de la vida y, además de disfrutarlas, todas le parecían una buena ocasión para la algarabía y el encuentro.

Entre las cualidades que distinguieron a Carlos Rolla, estuvieron su buen carácter, su solidaridad y su capacidad de mediación para buscar el bienestar de su entorno. Además fue una persona honesta que transmitió a sus hijos el amor por la familia y el valor del esfuerzo para comprometerse en forma responsable con el trabajo.

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