Salvaje golpiza a un chico, que le cortó el cuello a otro con un vidrio

Un joven con un corte en la yugular, otro con hundimiento de cráneo, piedras por doquier y un patrullero incendiado, fueron los condimentos de una madrugada salvaje en la localidad de Los Hornos.

Todo se desencadenó cerca de las tres de la mañana de ayer, cuando un grupo de chicos se encontraba reunido en la calle 134 entre 62 y 63.

Según fuentes policiales, en ese momento de la noche apareció en escena otra persona, que no participaba del encuentro y que supuestamente presentaba un avanzado estado de embriaguez.

Hubo insultos y hasta presuntas invitaciones a pelear. Pero nadie respondió.

Ante esa situación, el agresor redobló su apuesta, rompió una botella y, con el pico, le cortó el cuello a Nicolás Ortega (18).

REACCION

El brutal ataque motivó la inmediata reacción de los amigos de la víctima: mientras algunos se encargaron de llevarlo hasta el hospital San Juan de Dios, asustados por la gran cantidad de sangre que perdía, otros directamente se abalanzaron sobre el muchacho que tenía el vidrio y “lo molieron a palos”, fue la gráfica descripción que realizó un testigo.

En ese sentido, fuentes de la investigación mencionaron que “de tantos golpes que le dieron, sobre todo patadas en la cabeza, cuando cayó al piso, terminó con el cráneo hundido y desprendimiento de cuero cabelludo”.

Se trata de Lucas Azcurra (21), detallaron voceros del caso, quien también fue llevado de urgencia al San Juan de Dios, aunque, debido a su delicada situación clínica, se analizaba su derivación al Policlínico San Martín.

“Se encuentra en coma”, reflejó un pesquisa a EL DIA.

PIEDRAZOS Y FUEGO

Una vez que llegó la Policía al lugar del grave incidente, los problemas, lejos de solucionarse, se acrecentaron.

Fue cuando, ante su sola aparición, varios jóvenes empezar a lanzar piedras.

Al parecer, de acuerdo a una versión, habrían mostrado así su enojo ante la aprehensión de un menor de edad, que después fue liberado por el titular de la fiscalía en turno del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil.

De todas formas, al cierre de esta edición, no se había logrado certificar si los que provocaron los desmanes eran allegados de Ortega o de Azcurra.

Tampoco se sabe quiénes fueron los que incendiaron un móvil de la comisaría tercera, aprovechando que había quedado estacionado sin ocupantes.

Ese rodado, indicó un vocero judicial, terminó con “destrucción parcial” y las llamas debieron ser controladas por una dotación del Cuartel Los Hornos.

En el hecho, que provocó gran conmoción y miedo entre los vecinos, tomó intervención el fiscal penal platense Marcelo Carlos Romero, con conocimiento del juez de garantías Nº 1, Guillermo Federico Atencio.

El procedimiento policial, por su parte, fue encabezado por el comisario Fabio Liquitay y el subcomisario Miguel Angel Roldán, que quedaron a cargo de las actuaciones de rigor.