Nuevo paisaje en el Congreso con mayorías más ajustadas

Por MARIANO PEREZ DE EULATE

La tendencia que se había visto en las Primarias de agosto se repitió ayer: el oficialismo perdió en las principales provincias del país. Dentro de ese panorama de voto castigo, la buena noticia para el Frente para Victoria es que en estas elecciones legislativas se pusieron en juego las bancas obtenidas en los comicios de 2009, cuando el kirchnerismo también fue vencido en los principales distritos de la Argentina.

Eso significa que, en rigor, la oposición arriesgaba más que el oficialismo, en especial en la Cámara de Diputados.

Según los resultados de ayer, escrutadas la mayoría de las mesas, el kirchnerismo lograba ingresar en la Cámara baja más de 40 legisladores afines.

Así, según los números oficiales difundidos anoche el kirchnerismo quedaba con una bancada de 132 miembros, entre propios y aliados que votan en total sintonía, sobre un total de 257 escaños que tiene la Cámara. Eso representa tres diputados más de los necesarios para el quórum que se requiere para sesionar (129 almas). El FPV seguirá siendo, en efecto, la primera minoría de Diputados.

La diferencia con todo el arco opositor es bastante acotada: apenas 7 miembros. Y no queda claro si en verdad será definitiva. En especial porque el peronismo entrará ahora en una fuerte discusión interna por la sucesión de la Presidenta y no se descarta que puedan darse fugas de diputados que hoy militan en el kirchnerismo hacia otras bancadas, que acaso s vean engrosadas a medida que se acerca el año 2015.

En el Senado la cosa es más sencilla para el Gobierno. Retendrá el manejo férreo de esa cámara, donde prolongará su mayoría, con un bloque de al menos 34 miembros propios. A eso habrá que sumar los aliados, tarea que deberán surcir las autoridades legislativas del FPV porque algunos de los que estaban dejarán sus bancas e ingresarán otros eventuales nuevos socios. Hasta antes de la elección, el oficialismo sumaba 41 senadores afines, desde diciembre sería uno menos.

De los 24 lugares en la Cámara alta que se elegían ayer, el oficialismo ingresaba anoche 11 nombres propios. Más dos del Frente Cívico por Santiago del Estero, del gobernador Gerardo Zamora (ex radical devenido kirchnerista). Por esa provincia, además, la banca de la minoría pertenece ahora al Frente Popular, una fuerza creada para esta elección e impulsada por el propio mandatario. Por lo que también podría contarse como una futura banca aliada al kirchnerismo.

El dato negativo de la pérdida de la banca por capital federal de Daniel Filmus (perdió el segundo lugar con Pino Solanas, quien representará así a la minoría) se alivió con la retención del escaño del chubutense Marcelo Fuentes, un hiperleal a Cristina, que no había hecho buena elección en las Primarias.