El consumo focaliza el debate económico

Durante los últimos diez años, el consumo se convirtió en uno de los principales factores que potenciaron la actividad económica, junto con el aumento de las exportaciones, que favorecieron el tan elogiado y cada vez más alejado superávit gemelo (comercial y fiscal)

Sin embargo, las críticas de los últimos tiempos apuntan a que el tiempo de crecimiento a “tasas chinas” que permitió la expansión del consumo, está llegando a su fin y que el intento por mantener el ritmo de actividad gracias a la expansión del gasto, está generando más desequilibrios que ventajas, debido a desborde inflacionario, al deterioro de los superávits comercial y fiscal y el desborde de los subsidios.

PRECIOS

Al mismo tiempo se apunta a que se han distorsionado los precios relativos y se ha generado un espiral inflacionario, lo que complica la expansión de las exportaciones, por la suba en los costos.

Así, según estas críticas, las políticas de tipo keynesiano, que favorecieron el consumo, no son apropiadas para este momento, dado, que no existe capacidad industrial instalada en desuso, ni hay gran desempleo, dos de los componentes de la salida de la Gran Depresión, que popularizaron la teoría de John Mynard Keynes. Tampoco son idénticas a las políticas monetarias expansivas que viene llevando adelante la Reserva Federal de Estados Unidos tras la crisis de 2008, en virtud que no se apoyan en un insostenible crecimiento del gasto público.

Según un trabajo de la consultora Management & Fit, los datos de diciembre pasado mostraron un ligero repunte del consumo privado. Según el Indec, las ventas en shoppings pasaron de expandirse 23% interanual en septiembre a 32% en octubre y 35% en noviembre, más en línea con el crecimiento observado en los últimos 6 meses.

El informe destaca que aún con la aceleración inflacionaria, reflejada en las cifras publicadas por el Congreso Nacional, el consumo en shoppings recuperó cierto dinamismo. Algo similar sucedió con las ventas en supermercados, cuyo crecimiento nominal pasó de 23% interanual en agosto a 27% en octubre y 33% en noviembre.

PANORAMA DISPAR

Otros indicadores reflejan un panorama dispar. Según las mediciones de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el volumen de ventas minoristas aumentó 1,6% en diciembre, pero cerró el 2013 con una caída de 1,6% anual, situación agravada por la favorable base de comparación (-2,4% en 2012).

En tanto, las ventas de automotores (con los datos hasta noviembre según este estudio) se mantuvieron en alza: 4,3% para los 0 km, 3% en el segmento de usados. El sector se ve favorecido porque los automotores son un buen refugio frente a la inflación.

La política de ingresos del Gobierno fue la protagonista durante todo el segundo semestre. Desde fines de mayo en adelante el Gobierno llevó adelante una intensa política de ingresos: incremento de subsidios, devolución de Ganancias sobre el medio aguinaldo, aumento del Salario Mínimo Vital y Móvil, modificaciones en Ganancias y Monotributo, suba de Asignaciones Familiares. Estas medidas equivalen a una inyección anual por encima de $24.000 millones al bolsillo de los consumidores.

Dada la coyuntura económica, el consumo finalizó el 2013 en una nota positiva, pero el año nuevo no trae perspectivas optimistas.

Se espera que el Gobierno deba moderar su política de ingresos. Ello haría que el impacto de la masa de recursos volcada a la economía vaya diluyéndose a medida que la inflación sigue su curso.