La Presidenta descartó cambios en Ganancias y reclamó “comprensión”

Finalmente, no hubo anuncios. Al contrario. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en su reaparición pública tras la enfermedad intestinal que la obligó tres semanas en reposo, reclamó “comprensión a los trabajadores” en momentos en que un gran números de gremios está reclamando el pago de compensación por la inflación y actualizaciones en los mínimos imponibles del impuesto a las Ganancias.

La mandataria fue más allá y puso de ejemplo que en países como Alemania y Francia se está discutiendo congelar salarios por tres años y una flexibilización laboral”. “Siempre ponen el hombro porque ponen el trabajo, pero tienen que poner comprensión también”, solicitó Cristina y agregó: “Le pido a mis compañeros los trabajadores que cuidemos mucho lo logrado”.

La Presidenta se refirió al tema al encabezar ayer el acto del cierre de la 62º Convención de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), entre cuyos asistentes estuvo el secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez, quien viene reclamando también que se exceptúe al aguinaldo del cálculo para deducir el impuesto a las Ganancias.

Los reclamos por la pérdida del poder adquisitivo ante la inflación dieron lugar a un pedido de audiencia por parte del titular de la CGT oficialista, Antonio Caló, además del anuncio de un paro de los gremios del transporte para mañana (ver página 5).

Además, la primera mandataria reiteró que los trabajadores argentinos son “los de mejor remuneración de la región” tanto en sus ingresos en dólares como “en poder adquisitivo”.

Las palabras de la presidenta tienen lugar en medio de una serie de reclamos, tanto de las centrales sindicales cercanas al Gobierno como aquellas disidentes, por el pago de un bono de fin de año que compense la inflación como también la suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias.

En su mensaje que se extendió por 40 minutos, Fernández de Kirchner hizo, en realidad, una sola referencia al impuesto a las Ganancias y fue cuando formuló un abierto desafío a quienes piden cambios. “Nos dicen que hay que eliminar o bajar Ganancias, pero ¿cómo hacemos para financiar obras públicas, el verdadero motor de la economía, si no cobramos impuestos?, se preguntó entonces.

SOBRE POSIBLES SAQUEOS

La Presidenta, en el final de su discurso, también se refirió a la posibilidad de saqueos a fin de año al advertir que “está todo armado, preparado” y exhortó a buscar “otras maneras más lindas de hacer política”.

“Esperemos que en diciembre no empiecen con las efemérides que acostumbran a hacer a partir del 2001”, señaló, “es casi una cuestión de efemérides ya como el 25 de Mayo o el 9 de Julio, está todo armado, preparado, ya nos dimos cuenta todos”.

En este marco, pidió “terminar con esto” y usar “otras maneras más legítimas y más lindas de hacer política que esas. Así que, vayamos por esas cosas también”.

SOBRE LAS OBRAS

En su reaparición pública luego de 26 días de ausencia por un cuadro de sigmoiditis, la jefa del Estado además defendió el programa de infraestructura del Gobierno y cuestionó a la oposición por oponerse a las iniciativas oficiales,

La mandataria pidió además que el próximo gobierno continúe “con las obras que son para el pueblo” y resaltó que cuando hay un emprendimiento público en marcha “el Gobierno que sigue lo tiene que seguir, independientemente del color”, dijo.

Aseguró entonces que “la política debe dejar de ser un lugar de promesas para pasar a ser un lugar de coherencia entre lo que se dice y lo que se hace”, advirtió la mandataria, al tiempo que resaltó que “nosotros hablamos de lo que hemos hecho”.

En su mensaje ante la CAC, la jefa del Estado insistió en cuestionar a los medios de comunicación a los que llamó “profetas del fracaso” y de la “profecía incumplida” porque “generan expectativas negativas”. Poco más tarde, ya en la Casa de Gobierno, Fernández de Kirchner -en un hecho insólito en sus años de gestión- saludó al personal del edificio, que previamente había sido convocado -oficina por oficina- por los funcionarios de la Secretaría General de la Presidencia que preside Oscar Parrilli. “Es una caricia al alma, siempre es bueno que te quieran”, dijo al poco personal que quedaba en el edificio pasadas las 20.