Valiosas experiencias educativas en el Observatorio y en el Planetario local

El informe publicado en este diario sobre un creciente acercamiento de los chicos al Planetario y al Observatorio locales, en donde son informados acerca de los secretos del universo, al punto de que se decidió abrir un taller donde se dictará un curso sobre constelaciones para chicos de entre 8 y 10 años de edad, hace resurgir positivamente la necesidad de debatir y enfrentar el grave problema que representan los numerosos fracasos educativos por falta de una debida formación en los estudiantes.

El trabajo reveló con elocuencia el evidente magnetismo que ejerce sobre las mentes jóvenes el estudio y conocimiento de los astros, a los que acceden a través de los programas accesibles que se ofrecen desde hace varios años. El director del Planetario confirmó que es creciente el interés de los chicos y jóvenes por la vida del universo

Tal como se informó, las constelaciones, los mitos y leyendas que pueblan el cielo nocturno -uno de los temas preferidos de los chicos- forman parte de los interrogantes que más plantean los pequeños visitantes. Los docentes a cargo de los cursos detallan que se les imparten conceptos básicos de astronomía, como las estrellas y su luminosidad, su distancia real y aparente vistas desde la Tierra, para pasar luego a temas tales como la estrecha relación existente entre la cultura, los pueblos que habitaron diversas regiones y en distintas épocas, así como sobre la literatura nativa y la ciencia astronómica. Al igual que ocurre en el Planetario, las autoridades del Observatorio también confirmaron que la presencia de espectadores y visitantes infantiles crece día a día y es cada vez más participativa, de un modo que años atrás no ocurría.

Como se ha dicho aquí tantas veces, existe un ostensible déficit educativo que se vuelve cada vez más ostensible a medida que los estudiantes ascienden al nivel superior, en una situación que se agudiza trata del ingreso a la Universidad. La falta de avances y de profundización de los niveles primario y secundario se traducen, en alguna facultad, en los bochazos masivos que originan los exámenes y, en otras, en la pobre capacidad que exhiben muchos estudiantes en sus contactos preliminares con el nivel terciario. El corolario negativo, ya se sabe, deriva en los elevados índices de deserción en las distintas carreras. Los cursos de nivelación han servido para paliar la magnitud de la brecha educativa existente entre el secundario y el nivel aniversario, pero no han resuelto el problema de fondo.

Primero el Observatorio y luego el Planetario, así como antes lo ha hecho el Museo de Ciencias Naturales -en una actitud que fue seguida por otras facultades- decidieron hace tiempo afrontar un desafío que no podía ser postergado por más tiempo, ni quedar diluido en una maraña de marchas y contramarchas continuas.

Las autoridades educativas debieran ajustar el diagnóstico. Deben ser individualizados los mayores problemas. Tendrían que identificarse, por ejemplo, cuáles son las escuelas cuyos egresados obtienen mejores resultados en el ingreso a la Universidad y cuáles son las que logran una peor performance. Ese tipo de distinciones seguramente contribuiría a estimular esfuerzos para alcanzar metas concretas en un proceso de mejoramiento constante. En buena hora, entonces, se están buscando y encontrando fórmulas que pueden servir para recorrer un camino que permita acercar a los chicos y jóvenes al conocimiento, dándoles bases firmes para una más consistente formación.

Ciencias Naturales
Estudiantes
Hace
jóvenes
Museo
nivel
Observatorio
Planetario
Tierra
Universidad

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE