Con tensión y escándalo, aprueban más de 90 proyectos en Diputados

Sin la oposición y algunos aliados y propios, al oficialismo le costó conseguir quórum

En medio de una complicada transición, el kirchnerismo y la oposición se cruzaron ayer en una conflictiva sesión especial en la Cámara de Diputados, la última del año, en la que se aprobó una batería de proyectos, más de 90, a instancias del oficialismo pero marcó la ausencia de los legisladores de Cambiemos, que reclamaron no aprobar nuevas leyes hasta después del 10 de diciembre.

Los bloques que integran la alianza Cambiemos, junto al Frente Renovador, el socialismo y GEN, que durante la semana habían solicitado al presidente del cuerpo, Julián Domínguez, discutir solo temas vinculados con la transición renunciaron a la posibilidad de participar del debate.

Por eso, el oficialismo, que contó con la colaboración de algunos bloques minoritarios, tuvo que hacer un gran esfuerzo para conseguir quórum y arrancar la sesión en la que se dio la media sanción a la ley que crea Yacimientos Carboníferos Fiscales.

En el cierre del ciclo como oficialismo, el Frente para la Victoria tuvo que recurrir no sólo a sus habituales aliados sino también recibió la ayuda de los 3 diputados del Frente de Izquierda, otros 3 de Unidad Popular, Alcira Argumedo (Proyecto Sur) y Victoria Donda (Libres del Sur). Se notó la ausencia en el primer turno del ultra K Carlos Kunkel -si estuvo durante la tarde- como así también de los representantes por La Rioja y el santafesino Omar Perotti.

Pinedo justificó la decisión de Cambiemos de no participar en el debate al expresar que “no queremos ser partícipe de la degradación del Congreso argentino”

Pese a esas bajas, la bancada oficial pudo contar con 130 diputados, uno más que el quórum exigido, mientras los bloques que integran Cambiemos, el Frente Renovador, GEN y el socialismo, en otro sector de la Cámara, anunciaba su decisión de no ingresar al recinto, medida que también fue adoptada por los representantes del peronismo disidente de San Luis.

Federico Pinedo justificó la decisión de Cambiemos de no participar en el debate al expresar que “no queremos ser partícipe de la degradación del Congreso argentino” y prometió en el próximo período tener “sesiones normales”.

La sesión tenía que ser retomada a las 16, tras el cuarto intermedio pedido por el FpV, pero recién se reinició a las 18.25, cuando Julián Domínguez gritó “hay quórum” luego de horas de desesperación por alcanzar los 129 y que Di Tullio amenazara con “esperar hasta que haya quórum” sin importar la hora.

PALCOS COPADOS

En tanto, en los palcos, trabajadores telefónicos, que esperaban la sanción de un proyecto que los habilitaría a percibir ganancias de las empresas del sector, y del Hotel Bauen comenzaron a reclamar por la presencia de los diputados ausentes.

Durante la espera, en un encendido discurso, Claudio Lozano (Unidad Popular)indicó que “no hay ninguna transición que pueda verse afectada” por lo que ocurrió en Diputados y apuntó contra los legisladores ausentes al señalar que “no tiene que haber lugar a la hipocresía porque no quieren expropiar el Bauen, porque no quieren la democracia de los trabajadores”.

Fue en ese tramo de la sesión que apareció el tucumano Benjamín Bromberg, primo del ex gobernador José Alperovich, para alcanzar el quórum y aprobar el paquete de leyes que el kirchnerismo llevó al recinto.

Tras el cierre, el jefe del radicalismo, Mario Negri, declaró que “el kirchnerismo termina de la misma manera que empezó” el año parlamentario e ironizó que “no se notificaron que perdieron la elección”. La Cámara baja volverá a reunirse el próximo 4 de diciembre para consagrar a la fórmula presidencial elegida en el ballotage.

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