Caras nuevas

El hormigón existe desde hace siglos y no se conoce precisamente como material decorativo. Sin embargo, este material de construcción para gruesas paredes y frías soleras ha llegado ahora también a la cocina.

El hormigón es el nuevo material de moda para los armarios de la cocina. Toda una serie de fabricantes está lanzando al mercado armarios cuyos frentes están revestidos de este material de construcción. Esto ha sido posible gracias a algunas innovaciones en el sector del hormigón.

Un ejemplo es Concrete, de la empresa alemana Leicht Küchen. Concrete también significa “hormigón” en inglés. Los frentes están compuestos por tableros de soporte MDF rellenos de poliéster que se pintan de un color plata mate. Encima se coloca a mano una delgada capa de hormigón de solo 0,5 hasta 1,0 milímetro.

Esto se puede hacer con lo que se llama hormigón de alto desempeño. Este tipo de hormigón se puede echar en placas muy finas y, por tanto, ligeras que no se rompen: toda una novedad. “Para hacer este tipo de hormigón se tritura el cemento muy finamente y se mezcla con otros aditivos”, explica Ulrich Nolting, presidente de la empresa alemana BetonMarketing Süd. Este procedimiento permite que el hormigón tenga un grado de resistencia mucho más alto, lo que abre nuevas posibilidades para su uso.

OTRAS MEZCLAS

En la construcción de muebles también se usan otras mezclas nuevas. Por ejemplo, últimamente es posible llenar con hormigón superficies muy densas que ya no tienen que ser tratadas después con vibradores.

Tampoco es necesario eliminar las pequeñas burbujas de aire. “El hormigón autocompactante tiene una consistencia parecida a la de miel”, explica Nolting. “Fluye lentamente hacia cada rincón”. Estas mezclas, así como el denominado hormigón altamente compactante, tienen otra forma de preparación que el hormigón tradicional, por lo que se pueden usar para formas diferentes. Según el experto, el hormigón también es apropiado en la cocina como revestimiento de la encimera, pero con una excepción: si entra en contacto con ácidos de alimentos, por ejemplo con ácidos cítricos, la superficie no se daña pero sí se forman manchas en ella, dice Nolting. “Hay gente a quien le gusta mucho esta pátina”. Quien prefiere una superficie en la que no aparezcan con el tiempo huellas de uso puede mandar barnizar el material, de la misma manera como se hace con la madera.

Por ejemplo, los frentes de hormigón de la cocina llamada Horizon Forum Stucco, de Zeyko, se sellan al final dos veces con un barniz especial muy resistente. De esta manera, la tabla de hormigón puede ser adecuada para la cocina, dice Tobias Hollerbach, director de marketing de Zeyko. Los frentes se combinan con elementos de nogal o vidrio barnizado.

No solo el hormigón, sino también la piedra se usa con frecuencia en las cocinas de diseño extraordinario, aunque hasta el momento solo para la encimera. También son nuevos en el mercado los modelos con frentes de piedra en los armarios. La empresa alemana Strasser Steine presentó hace poco el ST-ONE, su primer mueble de cocina, que se fabrica con piedras diferentes y en cuatro colores. Según el presidente de la empresa, Johannes Artmayr, el solitario se puede combinar con módulos de pared de otras empresas.

Sin embargo, tales materiales de alto valor y los complicados procesos de producción hacen que estos muebles de cocina sean caros y no asequibles para todo el mundo. Por esto siguen siendo populares los muebles con un furnier más económico. El furnier son delgadas hojas de madera que se pegan en tableros aglomerados, MDF o Multiplex y que hacen aparecer los muebles como si estuviesen hechos totalmente de madera maciza. Algo parecido también se puede hacer con piedra. La empresa Ballerina Küchen apuesta por un chapado de pizarra, y también la nueva cocina Stone, de Rempp Küchen, tiene un auténtico revestimiento de piedra.