Enormes dinosaurios atravesaron la Antártida para llegar a Australia
| 12 de Noviembre de 2016 | 23:44

Especial para EL DIA
de National Geographic
Para llegar a Australia, unos dinosaurios gigantes conocidos como titanosaurios habrían recorrido el continente antártico.
Esa es la conclusión a la que se llega a partir de un nuevo árbol genealógico para los saurópodos, un grupo de dinosaurios herbívoros de cuello largo que incluye a los animales terrestres más grandes que jamás hayan caminado sobre la Tierra.
El informe se basa en nuevos fósiles de saurópodos descubiertos en Australia y que tienen entre 95 millones y 98 millones de años, y que incluyen un nuevo género y especie con el nombre de Savannasaurus elliottorum.
Los descubrimientos- publicados en la edición de octubre en Scientific Reports- sugieren que los saurópodos de Australia, incluyendo al titanosaurio, no llegaron al continente sino hace aproximadamente cien millones de años, decenas de millones de años después de que lo hicieran varios otros tipos de dinosaurios.
ARBOL GENEALOGICO
Además, el árbol genealógico sugiere que los saurópodos de Australia descienden de antepasados sudamericanos.
Si esos resultados se confirman, significaría que los saurópodos tienen que haber viajado por tierra desde Sudamérica hasta Australia durante el Cretáceo, cuando las corrientes estaban casi en las posiciones actuales.
La única ruta terrestre disponible en ese momento geológico era la Antártida, sin hielo, hospitalaria para los saurópodos debido a un período natural de calentamiento global.
LA MIGRACION
“Trazando la evolución de estos saurópodos en relación a cambios en las posiciones de los continentes, podemos ver cuándo migraron estos titanosauros”, explica el autor del estudio, Stephen Poropat, un paleontólogo del Museo Australiano de la Era de los Dinosaurios, en Queensland, Australia.
No habría sido posible poder trazar la ruta antártica de los titanosaurios sin los huesos recién descriptos, cruciales para el registro fósil australiano, que tenía pocos saurópodos.
OTRO SAUROPODO
Además del Savannasaurus, los restos semi completos incluyen el primer cráneo de saurópodo encontrado en Australia, que pertenece a una especie ya conocida llamada Diamantinasaurus matildae.
“Australia siempre fue uno de esos desafortunados agujeros negros”, explicó Stephen Brusatte, paleontólogo de la Universidad de Edimburgo que no participó del estudio.
“Sabemos muy poco de los dinosaurios que allí vivieron, y eso dificultó el estudio del desplazamiento de los dinosaurios por todo el globo”, agregó.
Brusatte puntualizó además que “el esqueleto del Savannasaurus nos da una idea realmente buena del aspecto de los saurópodos gigantes de cuello largo que habitaron Australia”.
UN DINOSAURIO QUE SE MANTUVO SEPARADO
Como sugiere el nombre del Savannasaurus, sus huesos fueron encontrados en una sabana del este de Australia en 2005. Fueron detectados por David Elliott, un pastor de ovejas australiano entusiasta de los dinosaurios que revitalizó el estudio de los fósiles australianos fundando el Museo Australiano de la Era de los Dinosaurios.
Durante las excavaciones de 2005 se encontraron más Savannasaurus enterrados en roca más dura que el concreto.
Pero fueron necesarios años de trabajo de numerosos voluntarios para liberar los huesos, y que pasaran más años todavía para que Poropat y sus colegas analizaran los restos.
“Tardamos mucho en describir este dinosaurio, pero es muy emocionante. Muy distinto de la mayoría de los saurópodos del mundo”, dice Elliott.
HUESOS HUECOS
Como todos los saurópodos, el Savannasaurus tiene huesos huecos y sacos de aire en todo su cuerpo, un intento evolutivo de alivianar su enorme esqueleto.
Este enorme dinosaurio probablemente haya medido seis metros y pesado de quince a veinte toneladas.
Pero en cierto sentido, el Savannasaurus es diferente.
El coautor del estudio, Paul Upchurch, paleontólodo del University College de Londres y experto en saurópodos, explica que las caderas del dinosaurio eran extremadamente anchas, lo que posiblemente le otorgara más estabilidad y flexibilidad al desplazarse en ambientes terrestres.
EXTRAÑA PELVIS
La pelvis también es peculiar. “Hay lugares en los que el hueso es fino como el papel. Nunca vi una placa de hueso tan delgada en la pelvis de un saurópodo”, agrega.
Peropat añade que la panza del dinosaurio tiene que haber sido enorme y sugiere que el sistema digestivo debió ser intrincado y grande, capaz de absorber más nutrientes de la comida que sus parientes más delgados.
“El Savannasaurus parece un tanque de fermentación gigante, parecido a un hipopótamo con patas y cuello largos, en lo que hace a la contextura de su cuerpo”, explica Poropat.
MAS ESTUDIOS
Pero ambos investigadores dicen que será preciso trabajar mucho más para comprender al Savannasaurus y sus parientes, y cómo llegaron todos al continente.
Poropat añade que el equipo pronto describirá exhaustivamente los nuevos fósiles, confirmando la misión de la especie. Y Upchurch dice que su equipo ya está mejorando el árbol genealógico recién publicado, lo que ayudará a los científicos a comprender mejor cómo estos animales titánicos vivieron, murieron y se diseminaron en la Tierra. “Realmente ampliaron los límites, en cuanto a lo que podían hacer los animales terrestres”, destacó.
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