Un mes para limpiar la Ciudad
| 13 de Marzo de 2016 | 01:57

Hoy comienza una fuerte apuesta de la gestión municipal: debuta el nuevo esquema de recolección de basura, que tendrá a Esur como único ejecutor de los residuos domiciliarios, los no habituales y la bolsa verde en toda la Ciudad. La idea apunta a normalizar el caos en este servicio e implica reemplazar el sistema de cooperativismo por el de la ampliación del convenio con la empresa privada, hasta junio de 2017, cuando venza este contrato y se implemente un nuevo plan tras llamar a una nueva licitación.
Ayer Garro lo presentó formalmente en la Plaza Moreno. El nuevo convenio estableció la adquisición por parte de Esur de otros 35 camiones a su flota, para alcanzar un total de 70. Entre la expectativa y la desconfianza, la oposición mira de reojo la medida porque esta empresa ya tuvo anteriormente el control de todo el territorio con una cuestionada eficiencia. El Intendente intenta llevar tranquilidad a este planteo asegurando que habrá por parte del municipio un fuerte control y monitoreo. Como sea, propios y ajenos advierten que la apuesta “no puede ni debe salir mal”.
Con la promesa de Esur de que en un mes la Ciudad estará “normalizada”, la nueva administración considera que la medida es la respuesta posible más rápida al problema en medio de la “urgencia”. Desde las fuerzas que integran Cambiemos reclaman que el “arranque” de la gestión se vea también en la semaforización, el alumbrado y el bacheo. En este último punto, Garro asegura que ya se invirtieron 10 millones de pesos; “no se notan”, dicen por lo bajo desde el radicalismo, preocupados por el impacto en la opinión pública.
En ese sector temen que cuando marzo termine, termine también la famosa gracia de los primeros cien días de gobierno.
HISTORIA DE UN RUMOR
“Algo muy grave va a pasar en este pueblo”, titulaba Gabriel García Márquez un relato hace más de 50 años, que narraba las absurdas repercusiones de un rumor infundado entre los vecinos de una pequeña comunidad. El cuento podría resultar alegórico de lo que ocurrió en el mundillo político platense esta semana, si no fuera porque en este caso las suspicacias sembradas fueron tan profundas que, pasado el revuelo que se armó, todavía dejan alguna mueca de sospecha sobre su presunto asidero.
Lo que pasó fue que alguien hizo el lunes el comentario de que el Intendente evaluaba tomarse una licencia de su función, y la historia terminó el viernes en una imparable bola de nieve comentada en todos los pasillos y amplificada en las redes sociales.
Algunos señalan el origen en un comentario que el propio Garro habría hecho a su entorno más cercano, en medio del impacto familiar que tuvo el asalto a su casa; otros afirman que la idea fue deslizada durante una reunión de Labor Legislativa en el Concejo Deliberante, frente a todos los presidentes de los bloques políticos que la escucharon con desconcierto.
Lo cierto es que el viernes Garro negó repetidamente esa posibilidad y usó como herramienta de refutación su agenda prevista para los próximos días, no sin primero atravesar la consulta incesante de una estremecida clase política que no paró de elucubrar hipótesis sobre la verdadera intención de una versión que logró adquirir tanta fuerza.
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