Alarma en Berisso por el robo de perros de raza

“Vicenzo” es un ovejero alemán de tres años que, al igual que una perra de 14 años, de la misma raza, en la madrugada del miércoles pasado deambulaban por el jardín de acceso a una casa del barrio La Franja, de Berisso.

Lejos de sentirse intimidados por la presencia de estos perros, alrededor de las seis de la mañana de ese día los delincuentes fueron por ellos. Mientras esto pasaba, la dueña de aquel domicilio ubicado en 123 entre 26 y 27 estaba durmiendo.

Luego de violentar el candado de la reja de la vivienda, entraron, y se llevaron a los animales. Suponen que para lograrlo tuvieron que dominarlos a golpes o dormirlos.

Más tarde, luego de constatar que sus mascotas ya no estaban en su casa, Lorena Paola Gregori (34), salió desesperada a buscarlos por el barrio.

A la perra logró recuperarla a la vuelta de su casa, pero nada sabe de Vicenzo.

Por lo que pudo averiguar este diario en esa zona, no se trató de un hecho aislado. Por el contrario, otros vecinos de la avenida 122 sufrieron el robo de sus mascotas. Según contaron en el barrio, ya registran la sustracción de “dos o tres perros de raza” sólo durante este último mes.

Al parecer, los responsables serían unos sujetos que vivirían en inmediaciones de donde se consumaron los hechos.

La situación despertó la preocupación de los dueños de otros perros, que temen pasar por lo mismo con sus mascotas.

NI UNA FOTO

Lorena, la dueña de “Vicenzo”, no tiene consuelo por la desaparición de su mascota. Y ni siquiera puede buscarla con la ayuda de una foto, ya que las que tenía estaban en un celular que también le robaron.

Fue en septiembre pasado, cuando dos motochorros le quitaron la cartera mientras caminaba por 121 entre 65 y 66.

Entre las pertenencias que tenía estaba el teléfono con las fotos de su perro. “Lamentablemente no volví a sacarle”, comentó.

Sobre el momento del robo, citó que los intrusos “forzaron el candado del portón de entrada, entraron y se llevaron a `Vicenzo` y a mi perra, cuando yo dormía”. Por lo que explicó la mujer, no se llevaron nada más.

“Una vez que me di cuenta de que mis perros no estaban en casa, salí a buscarlos. Y a la vuelta encontré a la perra. Estaba golpeada y pareciera que bajo el efecto de algún sedante que le dieron. Quizá la dejaron por viejita”, especuló Lorena.

Más allá de lamentar el robo de las mascotas y reclamar medidas de seguridad para evitar que se repita, los damnificados desconocen para qué se las llevan.

Como no han pedido rescate (algo que ya ha sucedido en otras oportunidades), suponen que terminan en criaderos para vender luego los cachorros.