Al final, jugar de noche no resultó un problema
| 25 de Abril de 2016 | 00:55

Se habló muchísimo sobre la decisión de jugar el clásico 156 del profesionalismo entre Gimnasia y Estudiantes de noche. Y de los grandes inconvenientes que esto podría haber llegado a ocasionar, a partir de la presunta mayor impunidad que podrían tener los violentos para concretar hechos en el marco del encuentro.
Pero, afortunadamente, el gran choque de la Ciudad transcurrió sin mayores inconvenientes. Y aquellos incidentes de menor jerarquía -respecto de los gravísimos a los que asistimos en encuentros anteriores- que se dieron, no serán atribuibles al hecho de que el Gimnasia-Estudiantes se haya desarrollado de noche. Por el contrario, podrían haber ocurrido en cualquier momento del día.
Al menos en esta ocasión, todos los temores previos pasaron a segundo plano y quedó demostrado que cuando todos los actores que protagonizan un clásico no tienen ganas de pasarse de la raya, se puede jugar en cualquier estadio u horario.
Después de una larga seguidilla de clásico en horarios de tarde, en su mayoría previstos con inicio y final mientras había luz natural, se sentó este precedente nocturno que, de ahora en más, podrá ser contemplado a la hora de volver a organizar un partido de estas características.
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