El caso Ari Paluch desnuda una problemática diaria y silenciosa
Edición Impresa | 26 de Octubre de 2017 | 03:01

Un comentario fuera de lugar, un piropo subido de tono o una mano que roza más de lo debido no sólo es un aspecto preocupante dentro de la amplia -y variada- problemática de la violencia de género y el acoso sexual. También es parte de una realidad cotidiana, casi silenciosa, a la que miles de mujeres se enfrentan bajo la mirada muchas veces machista de la sociedad. Y en ese contexto, signado a veces por el prejuicio o el desconocimiento, el caso de Ari Paluch vino a reavivar un debate para el que pueden existir varias opiniones pero una sola realidad: los casos de hostigamiento hacia la mujer tanto en el ámbito laboral como en la calle no paran de crecer.
“Estas situaciones, como ocurre también con el productor de Hollywood Harvey Weinstein, ponen en evidencia un drama que sucede todos los días y en infinidad de lugares”, asegura la psicóloga social Laura Stefano, especialista en temáticas de género y para quien “siempre es positivo que estos episodios tomen trascendencia y se vuelvan mediáticos. Es un disparador para tomar conciencia y entender que tratar como un objeto a una mujer no es algo gracioso ni inteligente, sino una conducta que a cualquiera debería avergonzar”.
acosadas
Si bien en los últimos años -sobre todo de la mano de las marchas “Ni una menos”- la sociedad ha venido involucrándose cada vez más en la lucha contra la violencia hacia la mujer, algunas formas de ella siguen fuertemente instaladas en nuestra sociedad. Así lo revela, de hecho, un sondeo reciente realizado por la Defensoría del Pueblo de la Provincia, según la cual ocho de cada diez mujeres reconocen haber sido víctimas de situaciones de acoso callejero que incluyeron tanto expresiones verbales como toqueteos (ver gráfico).
Según el informe “Paremos el acoso callejero”, en tanto, presentado por el Movimiento Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMalá), todas las mujeres llevan adelante estrategias para evitar pasar por lugares inseguros, oscuros o con poca gente, toman rutas alternativas y el 51% admite usar ropa intencionalmente pensada para no provocar. Es que el 100% de las mujeres, aseguran desde este colectivo, sufrió algun tipo de acoso a lo largo de su vida en la calle, y el 50% recibió un comentario sexualmente explícito.
“Estas situaciones no son aisladas sino parte de una dinámica que muchas veces aceptamos como sociedad -asegura Stefano-. Lo peor es que esto, que para algunos puede ser una conducta inofensiva y hasta casi graciosa, tiene consecuencias odiosas en varias mujeres. Muchas veces, incluso, deriva en un estado de depresión con pérdida de interés por todas las actividades que la persona realizaba hasta ese momento y la ausencia de deseo”.
Como tal vez se sepa, el acoso sexual implica no sólo el ataque físico sino también una serie de conductas intimidatorias como chistes obscenos, miradas e invitaciones imprudentes y amenazas. En el plano laboral, estas situaciones pueden estar acompañadas por promesas de mejores condiciones de trabajo o subas salariales. Además, distintas organizaciones de mujeres en el mundo consideran hostigamiento callejero a “cualquier palabra inoportuna o acción por parte de personas desconocidas en lugares públicos, que están motivados por el género e invaden el espacio físico y emocional de una persona de una manera irrespetuosa, sorprendente, de miedo, o insultante”.
¿QUÉ ES EL ACOSO SEXUAL?
El acoso sexual implica no sólo el ataque físico, sino también una serie de conductas intimidatorias como chistes obscenos, miradas e invitaciones imprudentes y amenazas. En el plano laboral, estas situaciones pueden estar acompañadas por promesas de mejores condiciones de trabajo o subas salariales.
¿DÓNDE SE DENUNCIA?
Para denunciar acoso sexual laboral, está habilitado el 0800-666-4100. También se puede mandar un mail a violencia-laboral@trabajo.gob.ar.
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