Fiebre mediterránea familiar

Por DR. NORBERTO FURMAN
Doctor en kinesiología y fisiatría

Existe una gran variedad de enfermedades que son características de distintas zonas geográficas, así sucede con la fiebre mediterránea familiar que la sufren personas procedentes de países del este del Mediterráneo, como judíos sefardíes, árabes, turcos o armenios.

Es una enfermedad hereditaria que la padecen varios integrantes de una misma familia teniendo predilección por los más jóvenes.

Esta afección ataca a chicos y adolescentes con mayor incidencia en varones y los síntomas más característicos son fiebre con dolores agudos abdominales que duran de 12 horas a unos pocos días, hay pleuritis con tos, aparentando un estado gripal de comienzo, alteraciones de la piel con enrojecimiento y dolor tipo erisipela.

También se presentan dolores articulares que pueden durar varios meses con inflamación de las bolsas sinoviales, esos pequeños receptáculos de líquido sinovial, el lubricante imprescindible de las articulaciones, los ataques reumáticos generalmente son monoarticular, o sea de una sola articulación y rara vez toma varias al mismo tiempo, ataca alguna rodilla, tobillo, da dolor de hombro, cadera, a veces con deformación de la cabeza del fémur, hay dolor en las articulaciones sacroilíacas, que están formadas por los huesos de la pelvis al final de nuestra cintura, pocas veces hay inflamación o dolor en la columna vertebral; se produce retracción de los músculos de la pantorrilla lo que altera un tanto la marcha, los dolores son espontáneos, intensos y exquisitos a la palpación, hay espasmos musculares con algo de atrofia por falta de uso y como en todo proceso reumático hay calor e inflamación.

Los tratamientos disponibles para esta afección solo pasan por atacar los síntomas, controlar los dolores y tratarlos con antiinflamatorios, es de extremada importancia no dejar que la inflamación avance pues esto puede destruir la articulación y hoy se cuenta con medicaciones de última generación que se pueden tomar por largos periodos sin que esto afecte el sistema digestivo como sucedía con los remedios anteriores.

Por otra parte los mejores tratamientos son los físicos, los que no usan drogas, láser, magnetoterapia, infrasonido son algunos de ellos y no es de menor valor el uso de alguna medicina alternativa realizada por gente seria, así la acupuntura o la homeopatía hecha correctamente dan una gran ayuda.

Por eso, si sus antepasados nacieron en la región este del Mediterráneo y si alguno de sus chicos sufre de dolores en algunas articulaciones, si nota que estas están ciertamente hinchadas, si se queja de molestias en la cintura, de manchas en la piel, de estados congestivos respiratorios y fuertes dolores abdominales, tenga en cuenta que puede ser portador de fiebre mediterránea, una enfermedad poco común pero que requiere mucha atención una vez detectada.

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NORBERTO FURMAN

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