Opinan los lectores

Paros docentes

Silvia Cilia expresa: “Soy docente hace 35 años, vi pasar muchas cosas denigrantes abusivas y carentes de toda legalidad; y participé de muchas marchas y paros. Considero que los paros son un derecho constitucional de los trabajadores, y eso es indiscutible, pero cuando se utiliza ese derecho en contra de otros derechos, ya deja de ser democrático y se convierte en un acto destituyente, con el agravante de perjudicar no sólo a nuestros alumnos y a la educación pública sino también a nuestros haberes, ya que, si los mismos no nos alcanzan, de efectivizarse los descuentos, nos van a alcanzar mucho menos, sin haber logrado nada. Todos sabemos que nuestros sueldos no son los mejores, que tenemos un sinfín de dificultades y falencias, pero no han sido generadas en estos 16 meses del gobierno macrista. Si sabiendo que la Provincia esta fundida por qué tanto empecinamiento en lograr un aumento descomunal jamás planteado en gobiernos anteriores, o el rechazar cualquier propuesta sin analizarlas previamente descalificando cualquier negociación en nombre de los docentes”.

Banco Provincia

Eduardo M. Cocca señala: “Durante el cobro de mis haberes del mes de febrero pasado, los empleados del Banco Provincia, sucursal Boedo, teniendo el salón de atención repleto de jubilados y pensionados, dejaron de atender y desaparecieron de la vista de todos nosotros; los días de huelga eran los dos días subsiguientes en principio, de forma tal que no había excusa alguna para proceder así, se produjo un reclamo airado por esta desconsideración, estos empleados son funcionarios públicos, deberían estar al tanto de las sanciones por su proceder; el nuevo formato de cobro hace que todos los jubilados tengamos que ir al cajero primera cola, luego segunda cola para que en la caja se me pague el resto, en este caso a mí que estaba muy nervioso por todo lo sucedido, una empleada intentó intimidarme diciéndome que yo estaba filmado reclamando, me dio un ticket para firmar, luego me manifiesta, que la firma no coincide, le digo si me piensa dar lo mío o no, aclaro que estamos hablando de 350 pesos y una espera de más de dos horas, en esta segunda cola; al verme furioso me dio lo mío, tercera cola en el cajero para retirar mi recibo de sueldo”.