Araceli, los limones y el vestido colorado: del horror a lo pintoresco

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Otra semana teñida por el horror. El final de Araceli nos enfrenta, una vez más, con el costado más oscuro de una sociedad enferma. En abril fueron asesinadas una mujer cada treinta horas. Pero la tragedia no se puede medir en números. Araceli no es parte de una estadística; es una víctima más de una tragedia que desgarra a la Argentina.

En cada uno de estos casos, se desnudan engranajes de un país que no funciona o que, al menos, funciona mal. Hace pocas semanas, cuando el horror se llamaba Micaela, nos espantábamos ante la decisión de un juez que había liberado al asesino antes de tiempo, a pesar de ser un violador peligroso y de tener informes que desaconsejaban expresamente su excarcelación anticipada. Ahora, con Araceli, aparece una fiscal que se movió como principiante y una Policía que lució como tantas veces: inoperante y sospechada.

¿Cómo se llamará la próxima tragedia? Es desgarrador, pero podremos saberlo en apenas 30 horas.

Fue también la semana en la que el tren eléctrico se acercó un poco más a 1 y 44. Ya cubre el recorrido hasta City Bell... La obra ha tardado (cuándo no) más de la cuenta, pero no es poco saber que está más cerca.

Cerca estuvieron también Macri y Trump. Fue una visita cargada de cortesías, gestos amistosos y abrazos alentadores. La verdad, sin embargo, pasa por otro lado. Cuando el mercado norteamericano se abra a los limones argentinos, cuando se levanten las barreras al biodiesel y se equilibre el intercambio comercial... recién ahí se podrá ver si los gestos tienen real significado.

El viaje tuvo condimentos pintorescos. La polémica sobre el vestido de Juliana Awada fue un “efecto colateral” que obligó a Marcelo Tinelli a salir en defensa de su hija. Ahora se debate con pasión digna de mejores causas, si la recreación de un modelo clásico es plagio o “creatividad renovada”.

Cuando la vidriera es nada menos que el Salón Oval, cualquier detalle -por más insignificante que parezca- se puede convertir en un “tema nacional”. El vestido colorado no escapó a esa regla básica.

Fue también la semana de los mosquitos, de los libros y de la llamativa referencia de Macri a la pornografía en la tercera edad.

Los mosquitos de invierno, vuelven locos a los platenses desde hace ya algunos días. La Feria del Libro promete visitas de primerísimo nivel internacional. Y el comentario de Macri dejó a muchos con la boca abierta, tratando de entender si fue una broma y, en todo caso, qué quiso decir.

Así, entre hechos desgarradores, debates de fondo y polémicas insustanciales, se fue abril. Ya se acerca el “segundo semestre”, que siempre viene con promesas de tiempos mejores. Habrá que tener paciencia.

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