Huertos bajo el agua pueden revolucionar la agricultura en amplias zonas con sequías
Edición Impresa | 9 de Abril de 2017 | 07:01

¿Es posible imaginar a un submarinista cosechando lechugas, habas, frutillas, ajos o repollos, albahacas, plantas aromáticas y decenas de otros vegetales, todo ello sin tierra y bajo el agua?.
Este sistema de agricultura alternativo ha dado sus primeros pasos en Italia y consiste en cultivar dentro de cápsulas plásticas subacuáticas, ancladas cerca de las costas y similares a globos aerostáticos que parecen “flotar” bajo el agua.
El programa piloto de estos invernaderos o “biosferas” situados a entre 5 y 10 metros de profundidad, se desarrolla en la Bahía de Noli, en la provincia de Savona, y están conectados a un centro de control desde donde se monitorizan. Tienen el tamaño suficiente como para que un buzo efectúe periódicamente la siembra y los cuidados en su interior.
Este proyecto llamado Nemo’s Garden ha pasado con éxito su fase experimental y ahora encara la industrialización a gran escala de la tecnología y métodos desarrollados.
Todo comenzó en 2012, cuando los hermanos Sergio y Luca Gamberini comenzaron a explorar la idea de aprovechar la temperatura constante de las grandes masas de agua y la evaporación de un líquido en contacto con un espacio aéreo, para crear un invernadero bajo el agua, según la organización no gubernamental Ocean Reef Group, que impulsa el proyecto.
BIOSFERA
Su sistema de biosfera está elaborado con un material acrílico y equipado con ventiladores, sensores, cámaras, wifi, telecomunicación y otros sistemas, que permiten detectar, observar y controlar a distancia lo que sucede dentro y fuera de las cápsulas sumergidas.
Los hermanos Gamberini también han creado una minibiosfera, totalmente funcional, que puede instalarse en la mayoría de los acuarios de agua salada o dulce, y que incluye los elementos básicos de las de gran tamaño (recipientes para semillas, sustrato, y sistema de anclaje), así como las instrucciones para hacer crecer las plantas bajo el agua.
Toda la información recopilada por los usuarios de estas minibiosferas domésticas (tipo de plantas, entorno y tipo de acuario, tasas de crecimiento) pueden enviarla a Ocean Reef, que la utiliza para complementar sus propios estudios que se desarrollan en Bahía de Noli y para mejorar el sistema.
Los Gamberini también alquilan sus biosferas a compañías farmacéuticas, que las utilizan como laboratorios submarinos porque “creen, como nosotros, que las plantas que crecen bajo el agua pueden desvelar descubrimientos interesantes para el futuro”.
“El objetivo del proyecto es aprovechar el mayor recurso natural disponible, como son los océanos y otras grandes masas acuáticas, para crear un sistema alternativo de agricultura, especialmente destinado a aquellas áreas donde las condiciones ambientales, económicas o morfológicas hacen extremadamente difícil el crecimiento de las plantas”, señala Luca Gamberini.
SISTEMA ECOLÓGICO
Según sus creadores este proyecto se basa en tres palabras clave: amigo del medioambiente, autosostenible y ecológico.
“Estos huertos subacuáticos tienen una interacción mínima con el entorno marino, salvo la de funcionar como refugio para algunas especies, no necesitan soporte externo, una vez que su sistema de cultivo se ha activado, y su interior aloja un ecosistema compuesto por plantas y elementos no orgánicos que no contamina ni daña el agua”, explican.
“Los océanos y las grandes masas líquidas ofrecen condiciones y recursos ventajosos para los cultivos de plantas terrestres para el consumo humano como la estabilidad de la temperatura, la abundancia de agua, la protección contra las radiaciones nocivas y la ausencia de parásitos”, dice Luca Gamberini.
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