Gimnasia cambió rotundamente su juego y sembró buena expectativa

Están los que dicen “...así no se puede jugar, es un plan suicida. ¿De qué te sirve atacar con mucha ambición si atrás sos un colador y sacás del medio a cada rato?”. Y están los otros, los que quedaron chochos de la vida y celebrando el atrevimiento constante: “¡Por fin! Valió la pena tanta espera, hacía una montaña de años que no veía a Gimnasia atacar con semejante decisión y tantas veces en un mismo partido. ¡Y ojo! ¡De visitante!. Si esta es la idea, la compro convencido. La defensa se irá acomodando con el correr de las fechas...”

El Gimnasia de Mariano Soso salió bien parado del debut. La osadía de haber ido a buscar con tan firme decisión el triunfo lo protege de las críticas que cosechó su fragilidad defensiva.

¿Cuáles son más, los que están contentos o aquellos que no paran de protestar? Parecen mayoría los que el último sábado a la noche brindaron entusiasmados por el cambio evidenciado. Pero los números de adherentes y de ácidos críticos con la pauta general de juego irán mutando; lo más significativo es que nadie discute si se advirtió o no un cambio radical. Y aquí se basa la primera y fundamental certeza que dejó el debut del equipo dirigido por Mariano Soso. Gimnasia cambió rotundamente. Desplegó una manera inédita en su historia reciente que sus hinchas observaron con marcada atención. No hay registros, al menos en los últimos veinte años, de haberlo visto con una identidad tan ambiciosa. La timidez no se encuentra en sus rasgos actuales.

Aquello que pretendieron plasmar en el campo, sin haber alcanzado ningún rasgo exitoso, tanto el colombiano Francisco Maturana como Angel Cappa ni por asomo se acercan a la dinámica y, mucho menos, al atrevimiento que mostró Gimnasia de principio a fin ante Defensa y Justicia.

Antes del examen en Florencio Varela la pregunta central no era si el “Lobo” iba a jugar bien o mal. El gran interrogante que abarcó toda la pretemporada fue si Gimnasia iba a mostrar algo nuevo o no. Y sobre esto no quedó ninguna duda. Desarrolló maneras de atacar y de defender muy diferentes. Su propuesta impactó por la convicción que tuvieron los jugadores para ejecutarla. Insisto, haya gustado mucho, más o menos, poquito o nada, nadie podrá decir que no advirtió nada distinto. Empató, pudo haber ganado y casi lo pierde, pero la transformación tutelada por este entrenador de sólo 36 años quedó en evidencia.

TIENE EL CRÉDITO ABIERTO

Si bien resultó evidente la falta de equilibrio entre ataque y defensa, el fútbol que jugó Gimnasia despertó buena expectativa. Con las decisiones que tomó a la hora de formar el equipo titular y el libreto que les inculcó a sus dirigidos, Soso parece no quedarse sólo en la admiración por el estilo de Marcelo Bielsa. A la voracidad característica que proponen los equipos del “Loco”, el DT albiazul le suma su impronta para asumir riesgos en la línea defensiva. Ver a Rinaudo parado de último hombre, actuando como vértice de Guanini y Alderete, sorprende y genera temores referidos a su eficacia a la hora de realizar los cierres. Soso lo quiere allí porque entiende que es una garantía para que el primer pase salga con destino seguro. ¿Asusta? Un poco, especialmente cuando debe salir a cortar pelotazos precisos para un delantero lanzado en velocidad. Veremos qué decide al respecto cuando esté en condiciones de regresar el zaguero Maximiliano Coronel.

Cuando llegó y anticipó que iba a proponer un juego de ataque, muchos (me incluyo) nos preguntábamos si iba a poder lograrlo con las cualidades de los hombres que tenía en el plantel. Quedó demostrado que pudo hacerlo. Esa valentía para aplicar su receta y su creencia con los hombres que tiene a disposición, primero consiguió elevar la autoestima de sus jugadores, y luego (probablemente como consecuencia de lo anterior) generó un desempeño en el campo que todavía hoy se comenta con entusiasmo.

Repetirá esa búsqueda en ataque tan seductora cuando visite a Unión, o sólo fue un espasmo inicial convincente luego de tanta energía acumulada durante los días de concentración en Cardales? La respuesta recién llegará en Santa Fe, pero mientras tanto se perciben en el ambiente “tripero” muchas ganas de que estas dos semanas que faltan para la próxima prueba pasen rápido. Ese es un buen síntoma.

El Gimnasia de Mariano Soso salió bien parado del debut. La osadía de haber ido a buscar con tan firme decisión el triunfo lo protege de las críticas que cosechó su fragilidad defensiva.