Una pelea a los gritos y la prostitución como trasfondo del femicidio en una pensión

Desnuda, se derrumbó por las puñadas en la espalda. El cuarto de una pensión a unos 50 metros de la Estación de Trenes, fue único testigo de la violencia asesina que alguien ejerció contra Jazmín Diarte Ortiz, la mujer paraguaya de 32 años que vivía en la ciudad desde hace alrededor de seis años y cuyo cadáver fue hallado por la Policía pasado el mediodía de ayer.

De Jazmín nada se había escuchado en un día y medio, lo que empezó a preocupar a los restantes habitantes y al administrador del complejo situado en 42 entre 1 y 2.

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Lo último, según las primeras declaraciones testimoniales que se tomaron durante la tarde de ayer, fue una sucesión de gritos que escapaban desde su casa, uno de los cuatro departamentos de alquiler que se reparten a ambos márgenes de un pasillo al aire libre.

Entonces era de noche, en la tranquilidad del último capítulo del feriado del lunes.

De esos primeros testimonios, no pudieron extraerse aún las palabras que se pronunciaban ni el tema de conversación. Sí la idea de un tono de violencia que antecedió al silencio final en el departamento de dos habitaciones, cocina y baño que ocupaba Jazmín en el fondo de la pensión.

Los investigadores policiales comenzaron a buscar los indicios que hagan hablar a las paredes del cuarto donde fue asesinada la mujer, madre de una hija de 6 años que vive en Quilmes junto al padre, ex pareja de Iriarte.

Según las fuentes consultadas ayer, la mujer ejercía la prostitución. En los primeros tramos de la pesquisa se estableció que lo hacía sin jefes y que recibía clientes en la pensión donde fue ejecutada.

Estos datos abrieron un camino de investigación hacia una configuración de escena en la que habría trabajado el lunes, con un hombre.

Entre los vecinos que declararon, hay quien lo vio salir. Se trabaja entonces en la precisión del relato con respecto a características físicas.

En forma paralela también se analiza la posibilidad de que esa persona a quien Jazmín le gritaba sus últimas palabras fuese un conocido.

Detenido en olmos

En las primeras declaraciones de los vecinos y conocidos surgió que, además de la pareja con quien tuvo a su hija, Diarte Ortiz había construido otro vínculo formal con un hombre, cuya habitualidad fue interrumpida por la Justicia: está detenido en la Unidad Nº 9 de Lisandro Olmos en el marco de la investigación de un robo.

Al cierre de esta edición, las fuentes consultadas en la Policía y la Justicia se manejaban con cautela con respecto a los datos que se habían reunido para encaminar la búsqueda. “Algunos indicios tenemos”, avisaba un detective.

Mientras tanto, la Justicia avanzaba con la autopsia del cuerpo, en la que se buscaba determinar la cantidad de heridas que sufrió Diarte Ortiz en la espalda.

En el cuarto donde yacía cuando entraron los policías, tras un llamado al 911 del administrador de los departamentos, todo parecía en orden. “No faltaba nada”, apuntó la fuente. Tampoco había desorden en los muebles, daños ni aberturas forzadas que pudieran indicar una situación de robo.

Según las fuentes consultadas, tampoco se encontró allí el arma femicida.

revuelo en la estación

Las sospechas que dieron lugar al pedido de auxilio a la Policía, generaron, a partir del mediodía, un revuelo en el entorno de la propiedad, con vallados, móviles y peritos de la Policía científica tomando huellas y otros elementos en el departamento de Diarte Ortiz.

Hasta el final de la tarde, el operativo alteró el ritmo en la cuadra de salida del área de la Estación y en la propia pensión, donde Diarte Ortiz compartía el pasillo con vecinos solitarios y familias de origen paraguayo y colombiano.

Tenía una hija, que vive con su padre en Quilmes, y estaba en pareja con un detenido en Olmos

“Por lo que recibimos de parte de las personas que la conocían allí y de los allegados con quienes empezamos a contactarnos, era una mujer que no tenía conflictos. Todos hablan bien de ella”, apuntó el detective consultado por este diario.

La fuente apuntó que en los primeros análisis también se solicitaron los antecedentes penales de la mujer: “No hay nada”, se indicó.

Siempre según esa información la tragedia dejó a todos sorprendidos en la pensión.

Buscando datos hacia atrás, los policías que ayer recorrían la zona y los ámbitos en los que se movía Diarte Ortiz, comenzaron a delinear una historia de vida en la que además de su ex pareja, su novio actual detenido y su hija hay varios años de residencia en la Ciudad.

En la investigación que está a cargo de la Unidad Funcional de Investigación Nº 5, a cargo del fiscal Juan Menucci, se apuraban medidas dedicadas a profundizar en la obtención de datos que pudieran explicar los últimos movimientos de la mujer.

Por caso, los investigadores comenzaron a reunir información que puede surgir del intercambio de comunicaciones telefónicas y buscaban perfiles de la mujer en redes sociales.

“Los investigadores están tomando declaraciones e identificando potenciales sospechosos. Por ahora no se puede adelantar nada”, se apuntó al cierre de esta edición desde la fiscalía en turno, a cargo de la investigación.