Manuel Moretti: “Me eduqué con Sandro, no hay por qué resistir el ejercicio de la canción popular”
Edición Impresa | 4 de Abril de 2018 | 03:27

Estelares siempre vuelve a su casa: aunque su frontman, Manuel Moretti, es oriundo de Junín, admite que La Plata es el hogar de la banda, el terruño que los vio nacer y crecer, y donde, hasta hace algunos años, tocaban en Ciudad Vieja, recordando aquellos inicios donde se presentaban casi en el anonimato, ante un puñado de personas.
A ese puñado de personas que permaneció fiel desde 1996, el año de formación de la banda, premiará Estelares el sábado, cuando se presente en la sala de 58 entre 10 y 11 con el show Constelación de Canciones, con temas “que fans muy fans piden y que por cuestiones de tiempo no se pueden tocar”, explica Moretti: un show probado en La Trastienda de capital federal. “El que lo va a ver es un enamorado del universo emocional, la línea directa de la banda”, explica el artista en diálogo con EL DIA sobre el primero de dos recitales: el segundo será el viernes 13, cuando Estelares realice un show clásico para repasar los himnos y los temas de su último disco, “Las Antenas”.
El primer espectáculo, el del sábado, devolverá a la banda a temas que “no tocábamos hace 15 años”, que los llevó a “reinterpretarnos a nosotros mismos” para realizar esta especie de tributo a su público más fiel. Porque, explica, “suele ocurrir que cuando una banda crece a nivel comercial, algunos se distancian”. Pero Moretti se niega a renegar de sus hits: “Me eduqué en Sandro, en Nino Bravo, y no hay por qué resistirlo, el de la canción popular es un ejercicio muy noble, y muy difícil. Pero es un universo grato, conmovedor”.
No hay nada, explica el juninense de 52 años, calculado en buscar que la canción llegue al público: al contrario, aunque admite que “me sale la canción popular, es algo que he ejercitado”, dice que las canciones siguen un rumbo misterioso. “Como ‘El corazón sobre todo’. Nunca iba a ser un corte, aunque sabía que era una canción altísima, una de las mejores que escribí”, cuenta de la que “se convirtió en el hit del público de Estelares” y explotó cuando, en 2014, la banda sacó un disco en vivo y la canción pasó a sonar en todos lados. “Hoy vas a tocarla y te das cuenta que a la gente le pulsa la emoción”.
Los mismos recorridos misteriosos han seguido temas como “América”, que “escribí a los 19 años cuando estaba loco en falopa”, o “Ardimos”, el principio de Moretti como compositor, escrita en “tres acordes que apenas sabía” y “cuando casi no sabía tocar la guitarra” y que cerraría tiempo después “Sistema Nervioso Central”, el disco de la banda que elevó a Estelares a nuevas constelaciones de éxito. “La gente se conmueve y me las sigue pidiendo, y yo soy 30 años mayor que ese tipo. Y eso solamente lo tienen las canciones: cuando eso ocurre, atraviesa las generaciones”, afirma.
El secreto, desliza Moretti, es renegar de esa dualidad entre lo popular y lo artístico. Para él es sencillo: “No podés grabar algo que no sentís, sea algo oscuro o un hit”. En ese sentido, dice, en Estelares “defendimos con honestidad este universo de hacer canciones. Nunca nos paramos desde el lugar de mentir”. “Después”, acepta, “es verdad que hay canciones que son muy dramáticas, que no van a ser corte de difusión. Pero todo entra en la misma dinámica que es Estelares, no se choca nada”.
“Me gusta cómo hemos sostenido nuestro oficio, ser escritores de canciones”, dice Moretti mirando hacia atrás: con ese modo de pensar la música, desde la inmortal canción, ha pasado dos décadas. El artista, hoy padre, algo cansado de las giras que enfrenta ahora la banda por América latina, es más grande, igual que su público, familiero, alejado del sexo, las drogas y el rock and roll como modo de vida, el gran mito musical que parece derrumbarse en este siglo. “Es un universo de mitos, y es un embole porque las cosas son más finas: pero todos los mitos se caen”, accede Moretti, que, sin embargo, no se siente por pensar así más maduro, aunque admite que “es cierto que te cruzás con muchos elementos a lo largo de los años, y vas tomando los que te gustan y otros los dejás de lado, es la ruta de todo oficio. Algunos sentimientos y elementos los manejo de otra manera, por ahí una canción se arma más rápido, aunque me sigo perdiendo igual que siempre”.
Pero aunque siga perdiéndose como siempre, Moretti ya no es aquel chico que viajó a la Ciudad a estudiar: “En mis últimos años viviendo en La Plata, componía en una portaestudio. Muchas canciones de Estelares son de esa época. Antes dejaba mensajes en el teléfono con melodías; ahora tenés notas de voz, y en la previa de grabar un disco me pongo a escuchar las notas de voz, y ahí aparecen algunas ideas que las sentís más sólidas, y de ahí van al demo”, recuerda el cantante que, aggiornado, ahora trabaja los demos con el iPad porque “para ponerte a jugar es extraordinario”.
¿Y en qué se inspira a la hora de componer? No tanto en música, confiesa (“no soy un gran escucha”), pero sí otras artes: “Para que algo me pase, me gusta colgarme con alguna película o serie, algún motor: me gusta ‘Better Call Saul’, me parece extraordinaria la manera de narrar que tiene”.
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