El Lobo a playout

La temporada del conjunto Tripero, se vio sumergida en un vaivén de emociones y momentos en los que, de ser uno de los candidatos, pasó a pelear en la zona roja de la tabla de posiciones. Cambios en la conducción técnica, lesiones, traspasos de extranjeros que no pudieron acoplarse, fueron los condimentos que hicieron aún más turbulenta la temporada 2017/18 de Gimnasia. Ahora, el Lobo está obligado a afrontar los playoffs por la permanencia contra el último de la Zona Norte. 

En el amanecer de la temporada, la llegada de Wilkerson, sumado a la incorporación de Matías Sesto y Brandon Nazione como nuevas armas del equipo, que se acoplaron a una base ya conocida, renovaron la ilusión de que, luego de varios años, la posibilidad de pelear por el ascenso estaba latente. Durante el 2017, se codearon con los equipos más fuertes del certamen culminando el año en la tercera ubicación, luchando con Platense, Estudiantes  de Olavarría y Deportivo Viedma.

Con un poste bajo poderoso, perimetrales eficaces y una base sólida bajo la conducción de La Bella, las expectativas se incrementaron para el Lobo que poco a poco se consolidó como candidato. La única arista pendiente que adeudaba eran las salidas del Víctor Nethol. Cuando los de Adriani traspasaban las diagonales, el rendimiento en casa se ausentaba y sólo consiguieron un triunfo en la ruta en toda la temporada. Finalizado el 2017 en al tercera ubicación de la Conferencia Sur, todo parecía encaminado para una segunda parte del torneo donde debía sostener el rendimiento. 

No obstante, una Liga Argentina sumamente pareja con un desgaste físico difícil de llevar y giros inesperados, sorprendió a Gimnasia en el nuevo año. Las lesiones fueron una dificultad que trajo consigo el 2018, por momentos son La Bella, sin Villa, entre otros estandartes, se sumaron a la partida de Wilkerson que dejó un hueco que el equipo no pudo contrarrestar. Además de la salida de César Adriani por Héctor Santini, los extranjeros se convirtieron en un dolor de cabeza para el Lobo. 

Willy Kouassi, primero, y el venezolano, José Rodríguez, en su reemplazo, en el transcurso de una semana no supieron saldar la baja del Wilkerson que dejó un poste bajo inestable. Cuando Rodríguez comenzaba acoplarse a un nuevo sistema de juego, por motivos personales debió abandonar el equipo, y llegó en su lugar Ricardo Glenn para encarar la recta final del torneo. Proveniente de Uruguay, se acopló al equipo, mejoró la presencia en la pintura, aunque el duro calendario de las últimas fechas hizo que Gimnasia no pudieron salvarse del playout. 

Tras vencer a dos duros rivales en el Víctor Nethol como Centro Español y Petrolero, la ilusión de evitar la zona roja parecía tomar fuerza. Aún así, el Lobo dejó pasar un partido clave en casa contra la Unión y luego, la caída en Ciclista, terminó por condenar su destino. Ahora espera por su rival en los playoffs de permanencia que, seguramente, saldrá entre Echagüe, Independiente o San Isidro. 

Gimnasia deberá olvidar la turbulenta temporada y enfocarse de lleno en este duelo por la permanencia. En el epílogo, la llegada de Glenn dio la impresión de que el equipo volvió a tener la solidez del 2017, por eso, mantener la categoría será un reto para los de Santini, pensando en un torneo venidero con una base para explotar.