Buscando el por qué

- ¿Por qué te fuiste, a dónde y hace cuánto?

- Viví en La Plata hasta los 26 años. Cuando me fui, todavía estaba estudiando Ingeniería en la Universidad Nacional de La Plata. Mis últimos tres años de facultad habían sido muy malos, principalmente porque en mí surgían preguntas importantes que antes no estaban. Para ser más específico, me daba vueltas por la cabeza la idea de si lo que estaba haciendo me estaba llevando o no a un “mundo” muy acotado. Esta idea de seguir una vida “normal” como por inercia, me hacía ruido y mucho me costó inclusive entender la pregunta antes de tratar de buscar la respuesta.

Me mudé con mi pareja a Villa la Angostura donde, a distancia, pude terminar mi carrera.

La palabra carrera es muy interesante ya que describe parcialmente alguna de las cosas por las que me fui de La Plata. Estaba viviendo una carrera contra los demás y contra mí mismo. Corriendo cada día para cumplir expectativas ajenas en las que el posicionamiento social es clave para el reconocimiento. Supe que tenía que irme para poder entender la pregunta que me incomodaba.

En Villa la Angostura las cosas no fueron muy bien. El volcán Puyehue en Chile que había explotado hacía difícil la vida ahí, así que volví a La Plata. Sólo un mes después ya estaba en España. Este es el punto donde considero en que las cosas empezaron a aclararse para mí, me sentí más libre, con menos imposiciones y con la posibilidad de poder elegir por mí mismo cómo sería mi vida. Me transformé como nunca antes cuando dejé La Plata atrás. Descubrí que el mundo es muy grande y tiene tantas cosas para experimentar que se me va el aliento cuando lo pienso. Es como pensar en lo grande que puede llegar a ser el cosmos, me quita el aliento el pensar en la amplitud de posibilidades de vivir una vida. Por eso creo que, decir que uno sabe que es lo que quiere para su vida es mentirse a uno mismo. Somos cambiantes, nos transformamos cada día, lo que hace inevitable reconocer al cambio. Puede doler más o menos, puede dar más o menos miedo, pero el cambio es constante aunque esto parezca una contradicción.

Anduve dando vueltas por muchos lugares, pero poco importa cuales, sino que lo que importa, es lo que viví en ellos, lo que me enseñaron y aprendí en ellos, las personas y sus vidas tan distintas a la mía.

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Vivir en La Plata fue hermoso, lo recuerdo con mucho cariño. Quiero mucho a la ciudad, pero creo que tanto La Plata como cualquier lugar en el mundo, no es suficiente en mi caso para satisfacer esa necesidad de ponerme a prueba y hacerme cargo de mi mismo. Hacerme cargo no económicamente, ni siquiera de encontrar mi lugar en la sociedad, sino de encontrarme a mí mismo. Poder entender qué estímulos externos me están condicionando y limitando y trabajar para descartarlos o aceptarlos.

Hoy estoy de vuelta en España. Vivo en Barcelona pero sé que no será por mucho más tiempo. El cambio me motiva, me estimula y me somete a situaciones en las que aprendo y sobre todo disfruto.

- ¿Con quién vivís?

- En casa, vivo con Marisol, mi compañera de siempre y con Julián, mi hijo de 2 años. También están cerca mi mamá, mi hermana, mi sobrina y mis amigos, no muchos.

- ¿A qué te dedicabas en La Plata y a qué te dedicás ahora?

- Cuando estaba en La Plata me dedicaba a estudiar, pero también trabajé como Ingeniero en Odebrecht. Trabajé como analista en una consultora luego, y a pesar de resultar una experiencia mucho mejor, no terminaba de darme lo que buscaba.

Hoy me dedico a tratar de no trabajar y usar todo mi tiempo para hacer las cosas que disfruto. Entre las cosas que más disfruto están jugar con mi hijo y mi sobrina. Otras cosa que me gustan mucho es estudiar física, historia y cualquier ciencia que me haga hacerme la pregunta “¿Por qué?”.

Es verdad que necesito trabajar pero trato de hacerlo lo menos posible. Ahora soy botones en un hotel. Trabajo 25 horas a la semana lo que me sigue dejando tiempo libre. Igualmente he pasado momentos en los que he tenido que trabajar más de 40 horas y no me ha gustado nada. Tuve trabajos muy variados como poniendo reposeras en la playa, en una fundación de I+D como ingeniero, haciendo mantenimiento en fábricas, como diseñador en una fabrica de tiradores de cerveza y arreglando computadoras. También trabajé en el campo y haciendo mudanzas.

Estar dispuesto a hacer cualquier cosa sin tanto prejuicio, me da la ventaja de abrirme a múltiples problemáticas que sólo es posible salvar si uno incorpora herramientas muy diversas que antes no se tenía.

-¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos te gusta de la ciudad donde vivís ahora?

- Lo que más me gusta de Barcelona es que me puedo encontrar mucha gente muy distinta. Hay una heterogeneidad increíble. Europeos, americanos, árabes, chinos y la lista seguiría. Pero no sólo eso, no se tratan de turistas solamente, es gente que vive acá y que vuelca su cultura acá. Creo que esto es algo que nos enriquece mucho.

Mi sobrina por ejemplo es argentina/senegalesa/catalana. Creo que la mezcla cultural nos hace tolerantes y nos muestra que hay muchas maneras de caminar un mismo camino.

Por otro lado, Barcelona es una gran ciudad y su ritmo de vida no deja de ser demasiado vertiginoso. Creo que todo va muy rápido en las ciudades. Necesitamos tiempo para poder disfrutar de lo que estamos haciendo y poder reflexionar para poder tomar decisiones propias sobre a donde queremos ir u como queremos hacerlo. Ir rápido te lleva... pero no ayuda mucho si uno quiere descubrir a donde se esta yendo.

-¿El mejor recuerdo de La Plata?

- Cuando tenía 15 años, jugando al fútbol después del colegio con mis amigos en el campo de deporte del Nacional es el recuerdo más lindo. Ahí no había “carrera” ni mucho menos. Era jugar por jugar, inocencia total. No había futuro, ni sexo, ni plata. Era disfrutar el momento solamente.

-¿Algo que no extrañes de La Plata?

- No extraño esa sensación de estar siendo evaluado constantemente por la gente que me conoce. Prefiero vivir en un lugar donde no me conozcan tantas personas.

-¿Te llevaste algo de recuerdo cuando te fuiste?

- Cuando me fui de La Plata no sabía por cuanto sería, así que de recuerdo no me llevé nada. Aunque lo hubiera sabido, creo que tampoco lo hubiera hecho.

-¿Volverías? ¿Por qué?

- Mi respuesta rápida es que no volvería, pero es verdad que todo cambia todo el tiempo, y no se que puede pasar mañana. Así que si lo pienso como más detenimiento, mi respuesta es que podría ser, sólo que muchas cosas tanto en mi como en La Plata deberían cambiar.

“Descubrí que el mundo es muy grande y tiene tantas cosas para experimentar que se me va el aliento cuando lo pienso. Es como pensar lo grande que puede llegar a ser el cosmos”