Aseguran que el corazón podría quedar dañado tras una infección de COVID-19
Edición Impresa | 29 de Octubre de 2020 | 01:57

Si bien los efectos que el paso del COVID pueden dejar en el cuerpo aún son materia de análisis, los primeros ecocardiogramas o ultrasonidos cardíacos ya empezaron a mostrar los devastadores efectos del coronavirus en el corazón de los pacientes.
Así, al menos, lo asegura una investigación realizada por la Escuela de Medicina Icahn del Hospital Mount Sinai de Nueva York (EE.UU.) que identifica diferentes tipos de daño en la estructura del corazón que experimentan los pacientes con COVID-19.
Los hallazgos ofrecen nueva información que pueden ayudar a los profesionales sanitarios a comprender mejor el mecanismo de la lesión cardíaca, lo que conduciría a una identificación más precoz de los pacientes con un mayor riesgo y a la aplicación de los futuros más adecuados.
“La detección precoz de anomalías estructurales cardíacas puede facilitarnos la aplicación de los tratamientos más apropiados, incluido el uso de fármacos anticoagulantes, para los pacientes hospitalizados y posthospitalarios”, afirma el autor de la investigación, Valentín Fuster.
Este estudio retrospectivo internacional amplía los resultados de una investigación previa de este mismo centro médico que mostraba que la lesión miocárdica (daño cardíaco) es frecuente entre los pacientes hospitalizados con COVID-19 y se asociaba con un mayor riesgo de mortalidad. En este caso, el trabajo se centró en los niveles de troponina, proteínas que se liberan cuando se produce una lesión en el músculo cardíaco, que cuando está elevada muestra el nivel del daño cardíaco.
Los investigadores analizaron la relación que había entre los niveles elevados de troponina cardíaca con la presencia de anomalías ecocardiográficas. Así encontraron que la combinación se asoció con peor pronóstico y mortalidad que las elevaciones de troponina solas.
Si bien los primeros resultados son inquietantes, creen que aún falta tiempo de análisis
“Este es uno de los primeros estudios que proporciona datos ecocardiográficos y electrocardiográficos detallados en pacientes hospitalizados con COVID-19 y evidencia de laboratorio de lesión miocárdica”, explica el investigador Gennaro Giustino. “Hemos visto que en los pacientes con COVID-19 que se sometieron a un ecocardiografía transtorácica había distintas anomalías estructurales cardíacas que estaban presentes en casi dos tercios de los pacientes”.
Hasta ahora, es bueno precisar, se realizaron estudios mínimos de imágenes cardíacas en personas que dieron positivo de COVID o que son seropositivas pero sin síntomas. Además, aún no se ha informado sobre el curso temporal de la resolución o la persistencia de cualquier anomalía orgánica después de la infección por SARS-CoV-2.
A los pocos meses de la pandemia, es bueno decir, la expectativa era que la afectación cardíaca ocurriera principalmente en pacientes con coronavirus en estado grave. Claramente, es más común de lo esperado, pero hasta ahora se desconoce la verdadera incidencia.
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