Textos encontrados

En “Un imperio por otro”, su último libro, la autora argentina ofrece una suerte de poemario y acaso la precuela de su debut literario, “El nervio óptico”

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La escritora y crítica de arte María Gainza acaba de publicar “Un imperio por otro”, una suerte de poemario que -fiel a sus libros anteriores- escapa a cualquier posible clasificación para ofrecer un compendio fascinante de “textos encolumnados”, que escribió hace más de 10 años y que bien pueden pensarse como la precuela de su debut literario, “El nervio óptico”.

Es que, tal como aclara en la introducción la autora, este conjunto de ¿poemas? fueron escritos hace diez años, debajo del arce que plantó en su jardín y “de ellos surgió más tarde un libro”, asegura sobre estas pequeñas historias breves pero potentes, reflexiones cargadas de imágenes que construyen retazos de la realidad, y que llevan títulos como “La noticia”, “Accidente doméstico” o “El nervio óptico”.

“Una vez que los escribí, los metí en un cajón y los olvidé por completo, y ese olvido me permitió seguir explorando el asunto. Yo creo que fue una suerte: puede que de haberlos tenido presentes, ‘El nervio óptico’ jamás hubiera existido dado que de joven yo creía que una no debía repetirse. Ahora entendí que una siempre se repite y que es imposible escapar de esa celda”, dice Gainza, y agrega: “Son como carteles luminosos en una ruta oscura -prosigue- que te anuncian lo que va a venir. ‘El nervio óptico’ era el título de un poema, los epígrafes que aparecen en la novela son fragmentos de otros poemas. Y después están las obsesiones recurrentes: la enfermedad, las pinturas, la muerte, los caballos, las noticias, es decir, el diario como herencia familiar, los pájaros, incluso algunas cosas que sobrevuelan como ausencias, todo está anunciado ahí”.

“Una escribe para auscultarse, para entender qué tiene adentro”, dice la narradora

 

Alguna vez han definido a Gainza (Buenos Aires, 1975) como “una irrupción fulminante” en el campo cultural, como “una tromba”, porque si hay algo que ha hecho la autora desde siempre, con su estilo y estética únicos, es evadir las etiquetas: primero con sus crónicas de artes visuales parecidas a ninguna otra, y luego con su debut literario, publicado por el sello Mansalva en 2014 y reeditado por Anagrama en 2018, una “autoficción” que hilvana once relatos entrelazados sobre la vida personal de la narradora y la historia del arte.

Resulta inevitable citar una de las frases que dispara Gainza -la narradora, en verdad- en su última novela publicada, “La luz negra” (2018), donde entrecruza otra vez el arte y lo personal: “He notado que una no escribe ni para recordar ni para olvidar, ni para encontrar alivio ni para curarse de una pena. Una escribe para auscultarse, para entender qué tiene adentro”.

Tal vez con ese prisma surgió “Un imperio por otro”, el más reciente trabajo de la ganadora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2019, que colaboró en la revista Artforum, trabajó en la corresponsalía de The New York Times en Argentina y que publicó en 2011 “Textos elegidos”, una selección de sus notas y ensayos sobre arte argentino, reeditado y actualizado en 2020 como “Una vida crítica”.

 

Un imperio por otro
MARÍA GAINZA
Editorial: Mansalva
Páginas: 92
Precio: $ 920

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