Con chalecos policiales, una banda pesada atacó a una familia en Villa Elisa

Fue en 424 entre 15 y 16, donde viven una mujer y sus dos hijos. Hubo culatazos y hasta disparos. Los ladrones ataron a todos con precintos

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Los minutos que precedieron a la madrugada del jueves último, quedarán marcados para siempre entre los peores recuerdos de una familia que vive repartida en tres viviendas de una misma cuadra de Villa Elisa.

Es que un grupo de cinco delincuentes armados y, que llevaba colocado chalecos antibala, irrumpió en forma simultánea en esas propiedades, situadas en 424 entre 15 y 16, en el barrio conocido como La Fortaleza. Claro que de esa capacidad de resistencia solo le queda el nombre.

Durante media hora, robaron y desplegaron acciones salvajes contra sus víctimas. Inclusive, lastimaron en la cabeza a una mujer de 56 años de un culatazo y hasta realizaron tres disparos, por los que, de milagro, nadie resultó herido.

De acuerdo a lo que pudo saber este diario, en la casa de una hija de la mujer, de 35 años, fue donde el pánico golpeó con más fuerza.

Allí hubo cinco personas atadas con precintos plásticos, abrieron fuego contra un adolescente que pudo escapar hacia la calle y le colocaron un revólver en la cabeza al dueño.

En medio de toda esa locura, antes de darse a la fuga, la banda se apoderó en total de más de 15.000 pesos y de muchos objetos de valor. Están prófugos.

“JUSTO LLAMABA AL 911”

En la tarde de ayer, aún visiblemente afectada por lo ocurrido, Silvia Yapura (56) aceptó relatar a EL DIA el martirio al que fue sometida por dos de los delincuentes que entraron en su vivienda tras destrozar la reja del frente.

“Justo llamaba por teléfono al 911 al escuchar que habían entrado a robar en la casa de mi hija, que está al lado de la mía. Fue a las 12 y media de la noche, ya del jueves, cuando me estaba yendo a dormir”, indicó.

Yapura luego contó que una vez que los asaltantes accedieron al dormitorio de la mujer, tras romper una puerta del fondo del inmueble al grito de “alto, Policía”, se sorprendió al ver a los intrusos con “chalecos antibala“.

En medio de su asombro, “me sacaron el celular y me encerraron en el baño”.

Estimó que ambos ladrones “se quedaron entre 20 y 30 minutos en casa”, lapso en el cual “me robaron 5.000 pesos que suelo tener para los gastos de los mandados. También el celular, pero que al irse lo tiraron en mi patio”.

Por si fuera poco, quizá disconformes con el botín obtenido, “también me pegaron un culatazo en la cabeza, por el que me tuvieron que dar cuatro puntos de sutura en el hospital San Roque”, de Gonnet.

No fue el único momento de violencia que protagonizaron los ladrones en ese domicilio. “Antes de irse, dispararon tres veces hacia la casa de mi hija . Menos mal que no hirieron a nadie”, dijo Yapura con expresión de alivio.

Tras admitir que por el episodio de inseguridad en su finca y el fuerte golpe que le aplicaron en la cabeza “todavía estoy algo mareada” y al mismo tiempo “algo temblorosa por los nervios que pasé”.

Inclusive, mencionó, “mi hijo se vino a refugiar a mi casa tras darse cuenta que los delincuentes ya estaban en lo de mi hija y que iban a ir también a la suya, lo que finalmente sucedió”.

La mujer señaló que “vivo hace 56 años acá y nunca había tenido un robo”.

Pero los tiempos cambiaron, la inseguridad es desde hace largos años moneda corriente en todos los rincones de la Ciudad y, después de sufrirla en carne propia, ahora decidieron que reforzarán las medidas de seguridad.

“LO PEOR FUE EN MI CASA”

A la charla se sumó Valeria Almirón (35), cuyo rostro también denotaba la tensión extrema que soportó junto a los suyos.

“Lo peor por el asalto fue en mi casa. Entraron tres ladrones con los chalecos de Policía, que enseguida, a los gritos, nos hicieron tirar al piso a todos. Parecía un allanamiento”, consignó.

Arrancaba así una odisea “que duró 30 minutos”, recordó.

En la parte posterior del mismo lote está enclavada la finca de un hermano, al que también decidieron visitar.

Enseguida precisó que “en casa estábamos con mi marido, de 40 años, nuestro hijo de 15, su novia de 16, y mi nene de 7”.

Reveló de inmediato que “le pusieron un revólver en la cabeza a mi marido, a mi hijo de 15 y a la novia, a la vez que los ataron con precintos”.

Durante el asalto en esta vivienda, “patearon en el piso a mi hijo de 15 años, que en un descuido corrió hacia la vereda y le dispararon. Por suerte sin puntería”. Y completó: “Se fueron cuando llegaba la Policía”.

 

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