El carpetazo oficial a los industriales y una economía que acelera el rebote

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Leandro Gabin

eleconomista.com.ar

Mientras sigue el furor financiero y la economía empieza a rebotar en forma más sostenida, se acrecienta la tensión entre los “perdedores” del modelo y el Gobierno de Javier Milei. Lo sucedido en el acto de la UIA, con el plantazo de Luis Caputo y el Presidente, es solo el corolario de una relación que en los círculos de poder hablan de “irreversible”.

Los industriales están en pie de guerra y quien lleva la voz cantante es Martín Rappallini, el presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (quien responde a Paolo Rocca) y que suena para reemplazar al desgastado Daniel Funes de Rioja.

El dueño de Techint es quien le viene alertando al Gobierno que si hay una ola de importaciones chinas, tendrá que despedir gente y la situación social podría empezar a dársele vuelta al Ejecutivo. “Si te fijás, con los números en rojo que tiene la industria, la caída del empleo no es significativa. Pero si a eso le sumamos la competencia desleal del exterior, va a ser imposible mantenerse”, decía un industrial, preocupado.

Caputo no arruga al reclamo de la UIA: “Ustedes ganaron fortunas con el kirchnerismo, con el curro de las SIRA y ahora vienen a pedirnos proteccionismo”. Es menos vehemente pero va en la línea implícita de José Luis Espert. “Caraduras. Siempre lo mismo. Siempre les falta algo para competir. Pero cara de piedra para vendernos cosas caras y de mala calidad durante décadas y décadas de miseria espantosa, les sobra. Váyanse a cagar”, dijo el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados.

El ministro no tiene insultos pero sí un carpetazo para los industriales. Lo presentó el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning. Ahí tienen un monitoreo de la rentabilidad empresaria de todos los sectores de la Argentina. El argumento oficial es que los márgenes siguen siendo altos y que tienen espacio para no ganar tanta plata ahora.

El paper oficial habla del ratio entre los precios sectoriales y los salarios. Allí queda claro que los empresarios ganaron fortunas a costa de, entre otras cosas, sueldos bajísimo en dólares. En el Gobierno repiten que los empresarios se beneficiaron de pedirle dólares baratos al kirchnerismo (el tipo de cambio oficial), pagaron coimas por las SIRA, y vendieron estos productos al dólar de la brecha.

“Al final del kirchnerismo como era obvio que se venía una devaluación, se sobre stockearon. Por eso sobrevivieron durante todos estos meses. Ahora tienen que reventar stock a menor precio y con costos más altos. Como siempre quisieron hacerse los vivos, pero esta vez les salió mal”, sostuvo un economista ligado al Ejecutivo.

Bajar un cambio

De todas formas, Caputo tratará de bajarle un cambio a la tensión con los industriales con el envío de la ley llamada “mini” RIGI para las Pymes al Congreso. Pero eso no contentará al dueño de Techint, uno de los empresarios que más bancó a Milei y el que ahora dice que quizás “fui demasiado optimista”.

Más allá de las quejas empresarias, la marcha de la economía está confirmando que hoy por hoy no hay mucho argumento para jugarle en contra al Gobierno. Las revisiones que hizo el Indec dejaron mejor parada a la economía, que ahora podría caer menos este año y crecer más en 2025.

“Si crecemos 0,3% por mes, octubre, noviembre y diciembre, cerramos con una caída inferior a los tres puntos. Octubre, según mis números, es bueno. O sea que el 0,3% tranquilamente se puede dar”, dijo Andrés Borenstein, economista en BTG Pactual.

Para el año que viene, Borenstein es muy optimista. “Primero tenés un efecto arrastre de dos puntos este año. Esto quiere decir que si la actividad se estancara en diciembre, crecés dos puntos. Con esto digo que crecer 5%, que es lo que el Gobierno puso en el Presupuesto, me parece que es un objetivo bastante cumplible”, afirmó.

El economista de BTG Pactual incluso dice que “hay algunos que están pensando que puede ser más”. “Los que dicen eso no están locos, necesitamos más información para decir. Pero crecer 7% o a 8% es algo que se puede dar. El 5% es un objetivo bastante razonable”, señaló.

El tema del dólar y la apreciación cambiaria es una clásica dicotomía a la que el economista de BTG Pactual no le esquiva.

“Coincido en que con un tipo de cambio atrasado se crece menos, por otro lado vos tenés un objetivo de que la inflación se planche muy rápido, entonces bueno, ese tipo de cambio apreciado te ayuda a controlar la inflación. Pero te va a generar un poco menos de empleo, te va a complicar alguna exportación, te va a generar más importaciones, obviamente la generación de importaciones te ayuda también a bajar los precios, te disciplina los márgenes en el mercado local”, explicó.

El efecto Brasil

Si bien el Gobierno no se inmuta y no cambiará el rumbo, la apreciación local y lo que está pasando en Brasil con el dólar casi en 6 reales es un dolor de cabeza. El argumento oficial es que este dólar barato es por mérito propio y que por ende no hay nada que preocuparse.

Una fuente de Economía decía lo siguiente:

- “Brasil está pasando por un momento particular por el déficit fiscal y la intervención del Banco Central por parte del gobierno de Lula”.

- “De todas formas es algo que empezará a acomodarse y el real históricamente sobreactúa para luego volver a moderarse”.

- “Nuestro tipo de cambio sigue siendo competitivo para la estructura económica de Argentina”.

- “No prevemos que esa situación vaya a modificar ni la balanza comercial con ellos (Brasil) ni el saldo comercial en general que sigue siendo positivo para la Argentina”.

Sea como fuere, en algunos exportadores se encienden luces de alerta. El comercio bilateral entre Argentina y Brasil fue de US$ 2.982 millones en el décimo mes del año, 26,1% superior al valor obtenido en igual período de 2023, cuando había sido de US$ 2.366 millones. Asimismo, el intercambio creció con respecto a septiembre pasado 9,4%, debido al incremento de las exportaciones en 12,5% y al aumento de las importaciones en 6,6%.

Las ventas argentinas a Brasil crecieron, en octubre de 2024, 30,2% con respecto a octubre de 2023 (la variación fue positiva por quinto mes consecutivo) al sumar US$ 1432 millones, mientras que las importaciones desde aquel destino fueron de U$S 1.551 millones y mostraron un alza interanual del 22,4%. Así, el saldo comercial para Argentina arrojó un déficit de US$ 119 millones. El comercio entre ambos países acumula en diez meses de 2024 un saldo negativo para la Argentina por US$ 175 millones

 

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