Europa en temporada baja: seis destinos poco conocidos

Desde naturaleza templada y senderos entre montañas, hasta historia y templos frente al mar. Sitios medievales y arquitecturas góticas. Cultura, montaña y precios accesibles

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Sofía combina historia, montaña y precios bajos. Es una de las capitales europeas más económicas y funciona muy bien entre octubre y marzo, cuando el turismo baja y la nieve cubre el monte Vitosha, visible desde casi cualquier punto de la ciudad. Los vuelos desde Buenos Aires oscilan entre USD 700 y 1.500. La ciudad ofrece iglesias ortodoxas como la de Alexander Nevsky, museos y calles con cafés y galerías accesibles; las excursiones de un día al monte Vitosha, con caminatas o esquí, cuestan entre €15 y €50. Los hostels cobran €15–€40 la noche, los hoteles medios €40–€90 y los de lujo a partir de €100. Comer cuesta entre €3 y €20 según el tipo de local, y el transporte urbano es muy barato, con billetes por debajo de €1. Sofía es ideal para viajeros curiosos que buscan cultura eslava, historia y naturaleza a precios que aún sorprenden en Europa.

Praga en otoño e invierno es pura atmósfera: la niebla cubre los puentes y las luces del Castillo se reflejan sobre el Moldava. Entre octubre y marzo, los vuelos desde Buenos Aires cuestan entre USD 650 y 1.400, y la ciudad mantiene un nivel de precios accesible. Los grandes íconos —el Puente de Carlos, el Reloj Astronómico, la Plaza del Casco Viejo o el Castillo de Praga— se visitan con menos gente, pagando entradas entre €10 y €20. Los mercados navideños, abiertos desde fines de noviembre, ofrecen comida callejera y vino caliente por €3–€10. Los tours guiados por el centro histórico cuestan entre €10 y €30. Dormir en hostels cuesta €20–€50, en hoteles medios €60–€130 y en opciones de lujo desde €150. Comer en restaurantes locales cuesta entre €5 y €25, y el transporte público, apenas €1. Praga se disfruta mejor en temporada baja: hay más tiempo para caminar, contemplar y perderse en su arquitectura sin las aglomeraciones de verano.

Tallin, la capital estonia, se transforma en invierno en una postal medieval nevada. Entre noviembre y febrero las temperaturas pueden ser duras, pero el encanto del casco antiguo justifica el abrigo. Los vuelos desde Buenos Aires cuestan entre USD 660 y 1.800, y la ciudad ofrece un equilibrio perfecto entre historia y vida moderna. El casco histórico, con sus torres y murallas góticas, concentra la mayor parte de los atractivos: la Plaza del Ayuntamiento, la Catedral de Alexander Nevsky y las calles empedradas iluminadas durante los mercados navideños son imperdibles. Museos como el Kumu o el Museo Marítimo ofrecen entradas de €5–€15. Las excursiones a los bosques cercanos o actividades de invierno, como patinaje o paseos en trineo, cuestan entre €20 y €80. Dormir en hostels cuesta €25–€60, en hoteles medios €70–€130 y en opciones boutique €140 o más. Comer es barato: €5–€12 en locales simples y €20–€30 en restaurantes típicos. Tallin invita a disfrutar el invierno europeo más auténtico, con historia, luces y precios contenidos.

Entre octubre y marzo, Madeira se convierte en un refugio de clima suave cuando el resto de Europa se enfría. La isla portuguesa, enclavada en el Atlántico, mantiene temperaturas agradables —entre 15 y 20 °C— que permiten disfrutar del aire libre todo el año. Desde Buenos Aires, los vuelos con escalas en Lisboa o Madrid rondan entre USD 530 y 900 ida y vuelta. El atractivo de Madeira radica en su naturaleza: los senderos de las levadas —antiguos canales de riego que atraviesan montañas y bosques— son su emblema. La caminata entre Pico do Arieiro y Pico Ruivo, con vistas al mar de nubes, o las excursiones a Cabo Girão y las piscinas naturales de Porto Moniz son imperdibles. Las excursiones guiadas cuestan entre €25 y €60, y los paseos en barco para avistar delfines o ballenas, entre €35 y €60. El alquiler de autos ronda los €25–€60 diarios y permite recorrer los miradores y pueblos costeros a ritmo propio. Comer resulta accesible —platos típicos como el pescado espada o la espetada rondan entre €10 y €25— y dormir también: hostels desde €35, hoteles medios €70–€150 y resorts de lujo con precios reducidos fuera del verano.

 

 

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