Historias de derrumbe Hoy: Amanda Bynes

Durante los años 90 y principios de los 2000, Amanda Bynes fue uno de los rostros más queridos de la televisión juvenil en Estados Unidos. Sin embargo, con el paso de los años, su vida se vio envuelta en una espiral de adicciones, problemas de salud mental y episodios públicos que dejaron atrás a la estrella prometedora para dar paso a un símbolo más de los excesos y presiones de la fama precoz.

Bynes debutó en televisión a los 10 años en el programa “All That” de Nickelodeon, una suerte de “Saturday Night Live” infantil. Luego llegaron películas taquilleras como “Lo que una chica quiere”, “Hairspray” y*“Ella es el chico”, que cimentaron su reputación como una actriz versátil. Su futuro en Hollywood parecía asegurado.

En 2010, a los 24 años, Amanda anunció públicamente su retiro de la actuación, alegando que ya no disfrutaba de la profesión. Lo que siguió fue una serie de eventos que alarmaron tanto a sus seguidores como a los medios. Arrestos por conducir bajo los efectos de sustancias, incendios accidentales, publicaciones erráticas en redes sociales y una internación psiquiátrica forzada marcaron los años siguientes.

Detrás de estos episodios se encontraba un diagnóstico de trastorno bipolar y una lucha constante contra el abuso de sustancias. Su imagen se transformó en portada de tabloides sensacionalistas que la mostraban errática, vulnerable y sola.

En 2013, sus padres solicitaron y obtuvieron una tutela legal, similar a la que vivió Britney Spears.

Durante los años siguientes, intentó reconstruir su vida y en 2022, un juez decidió terminar la tutela tras constatar avances en su tratamiento, lo que fue celebrado como un nuevo comienzo.

Pese a los intentos de reinsertarse en la vida pública y mantener la estabilidad, Amanda Bynes siguió enfrentando recaídas. En 2023 fue internada nuevamente tras ser encontrada deambulando desnuda por las calles de Los Ángeles. Su historia pone en evidencia las heridas profundas que deja la fama precoz y la falta de contención en una industria que suele exprimir a sus figuras jóvenes hasta que dejan de ser rentables.