De las redes sociales a las calles: el boom de los “Labubus” llegó a La Plata
Edición Impresa | 24 de Septiembre de 2025 | 04:53

Subirse a las modas nunca fue tan fácil con el acceso a las redes sociales que inundan de “tendencias virales” la vida cotidiana de las personas. Un ejemplo de eso son los “Labubu”, unos “tiernos y terroríficos” personajes que, a pesar de surgir en el continente asiático, no tardaron demasiado en llegar a las calles platenses. En diversos formatos, colores y tamaños, estos llamativos muñequitos no distinguen edades y se los puede conseguir desde 10.500 pesos en su formato de baja imitación y las buenas imitaciones u originales desde los $18.000 a $500.000.
Hace unos años que la plataforma Tiktok, no sólo se usa para entretenimiento virtual, sino también como un verdadero marcador de tendencias que inclinan la balanza de lo está de moda y lo que no. En este sentido, los Labubu se convirtieron en el último “objeto de deseo” para cientos de niños, adolescentes y adultos, desatando un fenómeno en los comercios de la Ciudad.
“Es una moda que está en todo el mundo y es para todas las edades y sexos, incluyendo niños y adultos. Es muy divertido porque vienen en muchas variedades de modelos y colores. Acá en el local tuvimos que traerlos porque son muy solicitados y se venden mucho, especialmente por los niños”, remarcó Sofía, empleada de una regalería sobre calle 7.
El origen es menos visible (o relevante para explicar el furor) que las tesis sobre su éxito. Entre las que escuchó este diario ayer, está la que lo adjudica a un combo entre el diseño y la estrategia de venta en “cajas misteriosas”. Así, no sabe qué personaje tocará. El efecto de sorpresa se asocia con el interés por querer -y gastar- más. Este fenómeno, que trascendió las pantallas de los celulares, se convirtió en una realidad tangible en la vida cotidiana de familias platenses.
Esta criatura, creada por Kasin Lung, un artista nacido en Hong Kong, forma parte de una colección de cuentos llamada “The Monsters”, que se encuentra influenciada por el folclore nórdico y su mitología. Sin embargo, a pesar de ser un personaje secundario, su popularidad llegó una vez que la empresa china “Pop Mart” decidiera colocarlo dentro de cajas sorpresas, que disponen de versiones elegidas a la azar.
En este marco, si bien no se sabe con exactitud de donde nació este fanatismo, la realidad es que muchos famosos se subieron a la ola de la tendencia. Tal es así que cantantes como Lady Gaga o jugadores de la Selección argentina como Rodrigo de Paul, Enzo Fernández o Leandro Paredes, los suelen tener colgado en sus bolsos personales.
“Vienen de diversos tamaños y formatos. Tenemos los que podés elegir el color, a $18.000; los de cajita, que no se sabe cuál te trae, a partir de $25.000; tenemos llaveros a $4.500; y los peluches de 30 centímetros que pueden alcanzar los $890.000”, comentó Dana, encargada de un comercio de decoración y accesorios sobre calle 8.
Al ser un artículo importado en tendencia, los fabricantes no tardaron mucho en sacar sus imitaciones para comercializarlas de manera más económica y que pueda estar al alcance de todos. “El original vino en algún momento, pero ahora no está más. Fue el primero que ingresó en julio y salía $60.000, más o menos, pero después fue muy difícil de conseguirlo. Ahora nuestros proveedores nos traen las mejores imitaciones”, agregó Dana.
Para saber si un Labubu es original o no, se puede verificar el código QR en la caja (que debe llevar a la web oficial de Pop Mart) o busca el sello secreto UV en su pata derecha con una linterna violeta. Otras maneras de identificarlo, son la movilidad del muñeco, el sello en la planta de un pie y los detalles nítidos en el empaque, que debe ser de colores vibrantes y con relieve. Asimismo, según la comerciante “los chicos vienen y les cuentan los dientes”.
“Tenemos Labubus en muchos productos como carteras, mochila, rompecabezas, cartas, indumentaria, libritos y los llaveros que son los clásicos”, indicó Belén, empleada de un bazar y juguetería del centro.
Por otro lado, el fenómeno de los Labubu ha generado distintas posturas entre las familias de La Plata. “Yo le digo entre risas que me tiene un poco cansada, porque ya es la lamparita de Labubu, el muñequito, los stickers. No sé donde lo habrá visto porque no usa redes sociales, yo supongo que en el colegio”, admitió Celina, mamá platense. “Mi hija me lo pidió y lo lleva a todos lados, incluso mi suegra le hizo una ropita para que los vaya vistiendo de diferentes estilos”, admitió Martín, vecino del centro.
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