Visto y oído en la política a dos meses de las elecciones

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A menos de dos meses de las elecciones, la vida de Gimnasia no solo está agitada por los resultados futbolísticos, sino por el enorme signo de interrogación en torno a la herencia que recibirá la nueva conducción. Muchos actores de la vida política temen el número de la deuda, que viene de arrastre de la gestión anterior pero que muchos creen que no se redujo a pesar de las ventas. Hay quienes hablan de unos 15 millones de dólares.

Otra preocupación es que la actual conducción pudo vender a Ignacio Miramón, Alan Lescano, Tomás Muro, Felipe Sánchez y Benjamín Domínguez (productos del semillero de la gestión anterior) mientras el nuevo gobierno estará descapitalizado porque el plantel no cuenta con jugadores para vender.

 

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