A la hora del sueño profundo, el delito sorprendió a otra familia

Una banda de cuatro ladrones irrumpió en una casa de 521 y 148, donde golpeó al dueño y amenazó a la mujer y sus tres hijos

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Los asaltos de madrugada se multiplican en La Plata y exponen una vulnerabilidad extrema: la de los vecinos que, en el silencio de la noche, duermen sin advertir lo que sucede a pocos metros de sus camas.

Como este diario ha publicado en repetidas oportunidades, el sueño, en su recorrido natural por distintas fases, se convierte en un aliado de los delincuentes, que aprovechan ese estado de indefensión total.

Especialistas recuerdan que durante la fase NREM profunda, también conocida como sueño de ondas lentas, el cuerpo alcanza su máxima relajación y la conciencia del entorno se desvanece casi por completo.

Es allí donde los ruidos que en otro momento encenderían las alarmas internas de cualquier vecino pasan inadvertidos: el portón forzado, el crujido de una puerta, las voces de los intrusos.

Siempre a decir de esos expertos, la hora crítica se establece alrededor de las 03.30 de la mañana. Es cuando se producen los sueños más vívidos, la actividad cerebral es intensa, pero el cuerpo permanece prácticamente inmovilizado.

Esa desconexión hace que las personas no reaccionen frente a un estímulo externo. Para los ladrones, se trata de la franja horaria perfecta: la Ciudad está en calma, las calles vacías y los hogares inmersos en la rutina biológica más frágil.

La Plata acaba de sumar otro capítulo dentro de esta pesadilla del delito. Ocurrió en el límite entre las localidades de San Carlos y Melchor Romero, sobre la calle 521 entre 147 y 148.

De acuerdo a lo que pudo saberse de fuentes seguras, en ese lugar una familia integrada por una pareja y sus tres hijos de 2, 6 y 10 años de edad, vivió una película de terror. Justo cuando las agujas del reloj marcaban las cuatro de la mañana.

En ese domicilio irrumpió una banda de cuatro encapuchados y con guantes colocados, quienes enseguida encendieron la luz y dejaron a las víctimas en un estado de absoluta confusión.

Los mismos voceros indicaron que al propietario le pegaron un culatazo en la cabeza y los maniataron, todo bajo amenazas para que revelara dónde guardaba el dinero.

En tanto, su esposa y los menores quedaron bajo estricta vigilancia de uno de los asaltantes, mientras el resto del grupo invasor se dedicó a revisar los distintos ambientes del inmueble.

Al parecer, el ataque duró una hora, momento en que se escucharon los inconfundibles ruidos de la retirada.

Los delincuentes, trascendió, dejaron todo patas para arriba y cargaron el botín en la camioneta de la familia.

Se trata de una Toyota SWS de color gris 4x4, chapa patente AF439PO.

Entre los faltantes, la pareja también mencionó tres teléfonos celulares, sin dar otras precisiones, ya que el shock vivido le quitó la posibilidad de aportar mayores datos.

Ni siquiera, al menos al momento de la primera entrevista con la Policía, quedó en claro por dónde los ladrones se habían colado a la casa.

Igualmente, se presume que el botín fue más abultado del mencionado, quedando seguramente para una ampliación de denuncia la descripción detallada de lo perdido.

Ahora, personal de la subcomisaría La Unión, bajo directivas de la UFI Nº 9 de Autores Ignorados de La Plata, quedó encargado de recopilar las imágenes de las cámaras de seguridad del barrio, que captó la huida de los delincuentes.

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521 y 148

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