El Gobierno no descarta un nuevo aumento de las naftas

El ministro de Energía, Juan José Aranguren, adjudicó ayer el nuevo incremento en el precio de los combustibles líquidos a la devaluación de la moneda, al explicar que el petróleo crudo en la Argentina subió el 35 por ciento en lo que va del año, y afirmó que el proceso de aumento en los surtidores ha sido “gradual”.

Además, no descartó que en lo que queda del año vuelva a incrementarse el costo de los combustibles en los surtidores, que lleva un acumulado del 31 por ciento, ya que, explicó, tiene que ver con “variaciones de precios que no dependen de lo que ocurre en Argentina”.

El aumento de los combustibles mereció el rechazo de las diferentes cámaras de estacioneros, entre las que se destacaron la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI), la Cámara de Expendedores de Combustibles de la República Argentina (CECRA) y la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA)”, quienes calificaron la suba como la mayor de los últimos “El último incremento del precio del combustible del Gobierno anterior fue el día después del ballotage, del 4 por ciento, y el tipo de cambio estaba a 9,68 pesos. Hoy está en 14,50 promedio, lo cual significa un incremento del orden del 50 por ciento, que cuando se aplica la caída en dólares del 10 por ciento del precio internacional, significa un incremento del precio del petróleo crudo en pesos del 35 por ciento”, señaló el funcionario. Aranguren también admitió que, con los nuevos precios, las naftas y el gasoil en la Argentina se ubican “entre los más altos” del mundo, aunque advirtió que se debe a la fuerte carga impositiva que tienen en el país.

En tanto, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, justificó los aumentos en las naftas al explicar que su aplicación se debió al “precio del petróleo y el valor del dólar” por un lado y a la decisión de “preservar fuentes de trabajo locales en un contexto de crisis” por el otro.