Scioli se instaló como uno de los grandes protagonistas en la campaña del oficialismo

EL GOBERNADOR COMPARTIÓ AYER UN ALMUERZO EN HURLINGHAM JUNTO A UNOS MIL JUBILADOS

En las últimas dos semanas, el gobernador Daniel Scioli participó, en promedio, de cuatro actividades diarias directamente vinculadas a la campaña electoral del Frente para la Victoria. La mayoría de ellas, junto al primer candidato del kirchnerismo en la Provincia, Martín Insaurralde. Pero también acompañando a postulantes locales en distritos del interior y el Conurbano, como ocurrió ayer en Hurlingham, donde se mostró junto al precandidato a concejal “Juanchi” Zabaleta.

El dato habla a las claras del enorme protagonismo que cobró la figura de Scioli en la campaña del oficialismo, que ya ingresó en la recta final hacia las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del próximo 11 de agosto. Una campaña en la que el kirchnerismo tiene el duro desafío de enfrentar a un candidato opositor, Sergio Massa, a quien las encuestas muestran hoy con una leve ventaja.

En efecto, el gobernador bonaerense se convirtió en una figura clave en la actividad proselitista del Frente para la Victoria. Es que pese a que no es candidato a nada, las Primarias también implican una apuesta fuerte para Scioli: impedir el despegue electoral de Massa, uno de los potenciales competidores en la pelea por la presidencia en 2015.

En esa tarea, Scioli replica un diseño específico de incursión territorial. Participa, en promedio, de cuatro actos diarios, de los cuales uno o dos son compartidos con Insaurralde. La agenda diaria la coordina la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez, que recibe propuestas de visita desde los municipios y las remite al búnker K. Allí, deciden qué hoja de ruta conviene seguir.

Hay bajadas tácticas en el conurbano y también en ciudades del interior, como Olavarría, Bahía Blanca y Mar del Plata.

CRISIS Y DESPUES

La salida al escenario de campaña del bonaerense se produjo luego de semanas de turbulencias en su relación con el gobierno nacional. Fue cuando la Casa Rosada le negó lugares en la lista nacional y en las boletas seccionales para los hombres de su riñón y mientras Scioli, como lo reconoció, mantuvo charlas con Massa y otros sectores de la oposición.

Por esos días, legisladores nacionales, ministros y dirigentes cercanos a la Rosada lanzaron reiterados cuestionamientos a la figura del mandatario provincial, a quien le reclamaban un respaldo más contundente al proyecto político del kirchnerismo.

Hoy, con Scioli convertido en un puntal de la campaña oficialista, los nubarrones parecen haber quedado definitivamente en el pasado. “La relación está en un muy buen momento”, aseguran fuentes de la Gobernación.

En sus últimas declaraciones, el gobernador bonaerense se encargó de subrayar que su participación activa en la campaña no implica ningún cambio en la relación con el gobierno nacional.

“Desde cuando (el ex presidente) Néstor Kirchner me convocó, la relación fue de complementación. Fue de aceptar mis matices, mi forma de trabajar. ¿Cómo voy a ayudar a destruir lo que yo mismo ayudé a construir?”, disparó Scioli.