Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar

Pollerudos

Por LIZ SPETT

11 de Enero de 2009 | 01:00
No es que esta columna se interese en la tradicional pollera escocesa usada por algunos hombres en el norte de Gran Bretaña. En cambio, sí le importa lo que en el barrio se da en llamar "pollerudos", o sea: niños que más tarde serán hombres fuertemente influenciados por una mujer.

De chicos, cuando reciben una piña, corren a resguardarse bajo el ala- pollera protectora de la madre. Otro sería el llorar, si después de un intercambio de éstas, protagonizaran como gallitos el acto de la pelea.

No es lo mismo correr a la primera de cambio, que después de ponerle el pecho a las balas, bah, a las piñas.

Estos mismos niños son los que cuando ya hombres, al ser invitados a jugar una partida de póker, truco o fútbol responden con sonrisa cómplice ladeando la cabeza hacia arriba: "le pregunto a la patrona". O si ésta no les elige la ropa, preferirían pasar el día en casa y en pijama. Todo debe pasar por el visto bueno de la presidenta de la compañía.

En realidad, la esposa se ha constituido en un subrogado de la madre, a la que siempre han pedido perdón por las dudas.

Son personas que efectivamente vacilan acerca de los pasos a seguir en cualquier instancia. Eternos "pininos" los acompañan tanto en las grandes como en las pequeñas decisiones, tales como el matrimonio, la paternidad o un divorcio.

Se debaten entre dos situaciones. No se trata ni de pusilánimes ni de aspirantes a gays. Son hombres que dudan más de la cuenta.

Tomemos el caso de Tony Soprano de la serie "Los Soprano". Se trata de un fornido ejemplar masculino ítalo norteamericano de New Jersey, capo de un clan mafioso.

El tipo, por más capo que sea en lo suyo, tiene una madre que lo perturba con recriminaciones a repetición, una mujer que hace lo propio, una amante que no se queda atrás y una hija que se las trae. Un damnificado por mujeres que tiene su "shrink", (psiquiatra), que también es mujer. Tony Soprano es un típico"pollerudo", aunque lleve los pantalones bien calzados ante su pandilla.

Otro "pollerudo" es el señor Zeno, protagonista del libro "La Conciencia de Zeno" de Italo Svevo. El quía se las da de langa, cuando en verdad, el pobre hombre, cada vez que visita a su querida, vuelve corriendo al hogar conyugal constituido por mujer, hija y personal doméstico, buscando secretamente la paz en su diligente esposa.

En ambos casos, las mujeres que son muchas, se han erigido en juezas que aunque ciegas, sordas y mudas a lo Helen Keller siempre los decretarán culpables.

Esta tragicomedia, que conlleva un sufrimiento para el hombre ultrajado en su masculinidad, nos da un indicio del revés de la trama: no es tan fácil ser "hombre". Hay que atravesar el pedestal en el que permanece la madre o la mujer para que su performance tanto sexual como en otras áreas deje a éstas sin palabras de censura. El camino para serlo es de ripio y está lleno de baches.

Este edípico amor exagerado hacia la madre tiene consecuencias: no poder adueñarse de un "deseo decidido", hablar y hacer por uno mismo, por pésimos que sean los resultados. Existe en estos sujetos una leve o grave irresponsabilidad. Se sienten culpables antes que responsables.

A las mujeres, en general, no les gustan los "pollerudos", aunque hagan lo imposible por detentar el cetro que blandía la madre de él.

Paradojas que como un delicado bucle, nos recuerdan que en las personas nada es del orden de la linealidad causa-efecto. O sea, si se trata de un hombre entonces éste deberá necesariamente ser potente, viril, masculino, representante de la Ley, "vos chito, te callas la boca". Sino no serían paradojas, obvio.

Múltiples torsiones hacen que lo que se le dijo, se escuchó o se vio "otrora" como por arte de magia -inconciente- tenga efecto "alora".

Si se me permite una sugerencia: ¡Señor póngase lo que le guste, aunque se parezca al payaso Piñón Fijo! Se trata de desandar también con pininos lo que con tanta fijeza quedó impregnado en su "ser hijo". Por algo se empieza.

lizspett@gmail.com


Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE a esta promo especial

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Full Promocional mensual

$670/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6280

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme

Básico Promocional mensual

$515/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4065

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme
Ver todos los planes Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional mensual
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$515.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $4065.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla