La mayor tragedia de la historia aeronáutica civil de la Argentina

Decenas de personas murieron y al menos 28 salvaron milagrosamente sus vidas ayer luego de que un Boeing 737-220B de la empresa LAPA, que con alrededor de cien pasajeros, que se dirigía hacia la provincia de Córdoba, se estrellara frente al aeroparque porteño, tras atravesar la avenida costanera y detener su marcha contra un talud ubicado en el driving de la Sociedad Argentina de Golf, ubicada junto al complejo Punta Carrasco, donde explotó. El accidente del avión también provocó en su recorrido decenas de heridos en la calle. Es la mayor tragedia de la aeronáutica civil argentina.
El vuelo 3142 de la mencionada empresa aérea, había salido a las 20:36 desde el aeroparque Jorge Newbery hacia el aeropuerto internacional cordobés Ambrosio Taravella.

Según testigos presenciales del hecho, la nave continuó su carrera atravesando la reja que separa la aeroestación de la costanera y terminó frente al driving de la Sociedad Argentina de Golf.
Fuentes de la Fuerza Aérea Argentina confirmaron que a bordo del aeroplano viajaban unos 95 pasajeros y alrededor de cinco tripulantes, y aunque el número de víctimas aún es incierto, se informó extraoficialmente que al menos 26 sobrevivientes fueron derivados al hospital Fernández y al Instituto del Quemado.
Sin embargo, el número de heridos y muertos es impreciso, ya que el avión habría arrastrado a varios automóviles que en ese momento transitaban por la avenida costanera.
La jefatura de Gobierno porteña cortó la autopista Arturo Illia y las avenidas Salguero y Costanera, para permitir que el gran dispositivo sanitario y policial trabajara con comodidad.
Unos minutos después del accidente se acercaron al lugar el jefe de Gobierno porteño, Fernando De la Rúa, el secretario General de la comuna, Enrique Mathov, el ministro del Interior, Carlos Corach, y el jefe de la Policía Federal, Baltazar García.
El presidente Carlos Menem se hizo presente en el lugar aproximadamente a las 22,15, donde fue informado del operativo de rescate de las víctimas.
De acuerdo con las primeras informaciones recogidas en el aeroparque, técnicos de la empresa LAPA habían trabajado para reparar una de las turbinas que, según los testigos, fue la que desencadenó la tragedia, ya que la nave no pudo levantar vuelo en el final de la pista.
Tras atravesar la reja que separa la aeroestación de la avenida, el avión arrastró a tres autos y una parada de colectivos ubicada en el lugar antes de estrellarse.
Anoche se vivían escenas desgarradoras entre los familiares de los pasajeros del avión que intentaban interiorizarse acerca del destino de sus seres queridos, tanto en Aeroparque como en el aeródromo de Córdoba.
En el lugar de los hechos, De la Rúa ordenó la "alerta roja" de los hospitales porteños y envió "40 ambulancias" para asistir a los heridos y accidentados, al mismo tiempo que se movilizan a la zona el grupo de catástrofes de la Capital Federal.
Por otra parte, uno de los sobrevivientes de la tragedia, identificado como Fabián Alejandro Núñez, comentó que "el avión levantó sólo medio metro del suelo", tras lo cual cayó al piso y se estrelló.
"Ví gente prendida fuego y yo pude salvarme porque salí por la parte de atrás de la aeronave", comentó Núñez, quien además dijo que antes de que el vuelo partiera "tres técnicos repararon la turbina izquierda durante quince minutos".
Según Cristina Abraham, una testigo del hecho, "fue como una bomba atómica", y relató que observó que "el avión venía muy rápido y no tenía tiempo de frenar".
"La explosión fue un hongo impresionante, y corrimos todos para ayudar, pero me desmayé en el camino", comentó Abraham.
La aeronave estaba piloteada por el comandante Gustavo Witsel, quien se encuentra internado en la clínica Bazterrica.