11 de Noviembre de 2005 | 00:00
La doctora Zulma Brandoni de Gasparini, una destacada paleontóloga platense de relevancia internacional, volvió a sorprender al mundo con el hallazgo de fósiles de un nuevo "monstruo marino" -un terrible predador carnívoro que vivió hace 135 millones de años- que en un primer momento fue bautizado como "Godzilla", y cuyo nombre científico es "Dakosaurus andiniensis". El trabajo de la investigadora de nuestra ciudad fue presentado ayer en los Estados Unidos, y sus alcances conmovieron al mundo científico. De hecho, serán tema central de las revistas "Science" y "National Geographic" en sus ediciones de diciembre.
El descubrimiento tuvo lugar en Neuquén, cerca del límite con Mendoza, y se trata de restos fósiles de un ejemplar que medía unos 3,90 metros de longitud, tenía cabeza de dinosaurio carnívoro y cola de pez, y fue presentado "en sociedad" ayer durante una conferencia científica realizada en Washington.
"El hallazgo original se remonta al año 1996 -relató a EL DIA la doctora
Gasparini desde Mendoza, donde se encuentra participando de un congreso
internacional- pero nos llevó casi diez años arribar a las confirmaciones
finales. De este trabajo participaron también el doctor Luis Spalletti,
un destacado geólogo que es también profesor titular de sedimentología
en la facultad de Ciencias Naturales de la UNLP, los hermanos Sergio y
Rafael Cocca, del Museo de Zapala, y Diego Pol, un investigador también
argentino que actualmente trabaja en el Instituto de Biociencias Matemáticas
en la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos".
Esta especie habitó el oeste de nuestro país, al pie de lo que es actualmente la cordillera de Los Andes, por entonces parte de una profunda bahía tropical del océano Pacífico, y vivió entre el período jurásico tardío y el temprano período cretácico, es decir hace unos 135 millones de años.
UN HALLAZGO MUNDIAL CON RAICES PLATENSES
"Todo esto comenzó en el año 96 -contó a EL DIA la doctora Gasparini- cuando los hermanos Cocca, quienes forman parte de nuestro equipo de investigadores desde hace más de 20 años, encontraron en Neuquén un cráneo completamente cubierto por roca. Enseguida me llamaron para comunicarme la novedad, y al hacer la primera observación intuí que se trataba de algo no conocido. Fue así que trajimos el material a La Plata, y a partir de allí un técnico del Departamento de Paleontología Vertebrados del Museo de Ciencias Naturales de nuestra ciudad, Juan José Maly, estuvo trabajando con él durante tres años para limpiarlo".
"Ya con el fósil preparado -agregó Gasparini- comenzamos a hacer comparaciones con otros estudios desarrollados en Inglaterra, Francia y Alemania, hasta que en el año 99 comprobamos que se trataba de un cocodrilo marino muy diferente a todo lo conocido hasta entonces. A partir de allí invité a participar al doctor Pol, y tres años después confirmamos que se trataba de algo único. Hasta que hoy -por ayer- se lo pudo confirmar científicamente, y con ello la divulgación a nivel internacional".
"El cráneo completo fue encontrado en el área de Pampa Tril, en el noroeste de la provincia de Neuquén, unos 40 kilómetros al sur del límite de la provincia de Mendoza, y corresponde a un animal parecido al cocodrilo -destacó Gasparini- al que en un primer momento llamamos "Godzilla" por su parecido al monstruo de la película, pero que es un nombre sin ningún valor científico, ya que después fue bautizado como Dakosaurus andiniensis. La anatomía de este animal realmente contrasta con los otros cocodrilos marinos desarrollados durante el Jurásico".
EL VALOR CIENTIFICO
"Este hallazgo -explicó a EL DIA la doctora Gasparini- sobrepasó nuestras propias expectativas y nos sorprendió a todos. Y su real valor científico reside en que se trata de una especie no conocida. En el mar vivían también otros reptiles, pero más chicos y que se alimentaban de pequeños peces y moluscos. Este, en cambio, era mucho más grande, atacaba y desgarraba a los otros reptiles, y tiene un parecido a otros dinosaurios de tierra como el Gigantosaurio o el Tiranosaurio. Su rol podría ser similar al tiburón blanco de la actualidad, es decir el último eslabón de la cadena en el océano".
"Pero otra gran característica de este descubrimiento -añadió la investigadora platense- es el estado de conservación de la pieza, un material de excepcional calidad, lo que se debe al fondo sin oxígeno del mar en aquella región, que permitía una mayor preservación de los esqueletos, lo que permitirá también la lectura de las rocas de aquel tiempo, lo que dará lugar para conocer cómo eran los mares y la vida en el mar de aquellos tiempos, una tarea que ya está desarrollando el doctor Spaletti. Todo esto hace que este hallazgo tenga un muy alto impacto científico".
COMO ERA EL DAKOSAURUS
Según los expertos, se sabe que hace 135 millones de años, en los océanos del planeta vivían otros cocodrilos gigantes, pero sus restos fósiles muestran largos hocicos con muchísimos dientes pequeños, lo que señala una predilección por las pequeñas presas. En cambio, el cocodrilo descubierto por el equipo encabezado por Gasparini, que recibió el nombre científico de Dakosaurus andiniensis y el apodo de "Godzilla", contaba con menos dientes pero mucho más filosos, por lo cual se descuenta que perseguía a otros grandes animales para alimentarse.
"Godzilla -explicó otro de los investigadores, Diego Pol, de la Universidad de Ohio- fue uno de los últimos miembros de su familia animal y ciertamente el más bizarro de todos los cocodrilos marinos. Se trata de un gran depredador marino, de unos cuatro metros de largo, que nadaba y usaba sus dientes para morder y cortar a su presa, de la misma manera que los dinosaurios y otros depredadores reptiles hacían en el Jurásico.
El investigador argentino que trabaja en los Estados Unidos relató, por su parte, que "antes de la expedición encabezada por la doctora Gasparini, algunos pobladores del sur de Mendoza habían hallado fragmentos de un animal grande y los llevaron al museo de San Rafael. Y casi de casualidad, durante una visita al museo, Gasparini encontró los fósiles y pronto se dio cuenta de que eran restos de un animal marino poco habitual, que tenía similitudes con el cocodrilo marino".
"Se encontró después un cráneo completo que mide aproximadamente 76 centímetros de largo y en el cual los colmillos más próximos a la nariz miden otros 10 centímetros de longitud. Por otros fragmentos de fósiles hallados en la región y la comparación con especies contemporáneas, se calculó que este ejemplar tenía unos 3,90 metros de longitud desde la nariz a la cola, y que sus mandíbulas tenían 46 centímetros de largo. La especie es poco común porque otros cocodrilos marinos que vivieron en la misma época tenían rasgos muy delicados -hocico largo y fino y dientes finos como agujas- para la captura de peces pequeños y moluscos. Pero este cocodrilo es todo lo opuesto, tenía hocico corto y dientes grandes con bordes aserrados. Era, claramente, un predador de criaturas marinas grandes", explicó Pol.
La investigación fue financiada por el Consejo Nacional Científico y la National Geographic Society, y en la ilustración de la tapa de la revista "National Geographic" que se conocerá en diciembre se muestra a un "Godzilla" que parece saltar desde adentro del agua para atrapar en sus mandíbulas a un pterodáctilo imprudente.
El "Godzilla" de lo que ahora son las planicies de la Patagonia, fue sólo uno de los muchos monstruos marinos que nadaron por los océanos del mundo hace unos 250 millones de años y hasta hace unos 65 millones de años, donde los mares de poca profundidad y la ausencia de otros predadores marinos crearon nichos para muchos reptiles que se habían desarrollado en tierra.
Entre estas bestias se incluían plesiosaurios como el llamado "monstruo del Lago Ness", en Escocia, que tenía un cuello de unos seis metros de largo, y un ictiosaurio que puede haber alcanzado una longitud de 23 metros.
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